Guerra narco en Rosario: Cayó el principal sospechoso de matar a Jonathan y Ulises Funes

Policiales

Tras el megaoperativo que coordinó el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, con el objeto de avanzar en la investigación por las muertes de Jonathan y Ulises Funes, la Policía Federal Argentina profundizó las tareas de inteligencia criminal y detuvo anoche en Rosario al principal sospechoso de ser el autor material de los asesinatos.

Se trata de Enrique Adrián Solís, alias “Cable”, señalado por el fiscal Pablo Pinto como el asesino de los hermanos Funes. Con pedido de captura por homicidio, era la persona más buscada por las fuerzas federales y la Policía de Santa Fe, que trabajaron en equipo para llevar a cabo una pesquisa que diera con el paradero de uno de los prófugos más peligrosos del país.

“Esta detención es muy importante porque el prófugo era uno de los principales responsables de la escalada de violencia que estaba sufriendo la ciudad de Rosario”, aseguró la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuya cartera instruyó la búsqueda de prófugos a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco. Además, destacó “el esfuerzo conjunto que estamos realizando con las autoridades de Santa Fe para desarticular a las bandas narcos que se disputan el territorio”.

La detención fue concretada por la Delegación Rosario de la Policía Federal, institución que comanda Néstor Roncaglia. La pesquisa se intensificó el pasado cinco de febrero, día en el que Jonathan Funes fue acribillado en el cruce de las rutas 14 y AO12.

El hermano de Alan Funes -quien permanece detenido- fue interceptado por una camioneta Ford EcoSport desde la que partieron los disparos que le ocasionaron la muerte. Desde entonces, se indaga acerca de la participación de Solís, quien también estaba apuntado por el asesinato de otro integrante del clan Funes, Ulises, en enero.

Días atrás, el Ministerio de Seguridad de la Nación había coordinado un megaoperativo en la ciudad con el objeto de acumular las pruebas necesarias para dar con el paradero de “Cable”. Tras 14 allanamientos simultáneos, fueron detenidas 41 personas. También se decomisaron vehículos de alta gama, droga, armas de fuego y una gran cantidad de teléfonos celulares y documentación que permitieron profundizar las tareas de inteligencia criminal.