La Unidad de Stroke del Hospital Escuela Gral. José Francisco de San Martín, dependiente del Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Corrientes, realizó por primera vez una trombólisis intravenosa, procedimiento para tratar a pacientes que han padecido un Accidente Cerebrovascular (ACV) Isquémico.
Se trata de un procedimiento complejo que requiere personal altamente capacitado para llevarlo adelante y de una droga de alto costo, que es suministrada por la cartera sanitaria provincial. El tratamiento debe realizarse entre las tres y hasta las cuatro horas y media después de ocurrido el ACV, obteniendo mejores resultados cuanto antes se inicie el procedimiento.
La Unidad de Stroke del Hospital Escuela fue inaugurada en noviembre de 2017 por el Gobierno de la Provincia. Para ese sector, se llevó a cabo la refacción integral de la sala, la refacción de la sala de médicos, instalación de equipos de aire acondicionado y de paneles de oxígeno. Además, se dispuso de bombas de infusión, respiradores, camas eléctricas para unidad de terapia intensiva, monitores multiparamétricos, cardiodesfibrilador, carro de curaciones y carro de paro. La inversión total fue superior a los siete millones de pesos.
“Todos los pacientes que cursan un ACV isquémico agudo y que ingresan a la institución (Hospital Escuela) antes de la hora establecida entre tres y cuatro de padecer el ACV, se les suministra una droga que compró el Ministerio de Salud Pública y lo que hace esa droga es limpiar los coágulos y trata de mejorar a los pacientes. Eso es lo que hicimos ahora con un paciente de 60 años junto al doctor Martín Cedrolla (Neurólogo)”, dijo Héctor Álvarez (M.P.: 4.528), neurointensivista a cargo de la Unidad de Stroke.
Álvarez remarcó que “es la primera intervención de este tipo que se hace en el hospital Escuela” y manifestó que es “fundamental el equipo de especialistas y la Unidad con la que cuentan”. “No es una intervención común”, aseguró.
«La Unidad de Stroke va atender a todas las personas que vengan de la calle, como es el caso de este paciente que tuvo el evento: llamaron a la ambulancia, que lo trajo al Hospital, la emergencia hizo la evaluación y nos llamaron para el tratamiento», precisó.
QUÉ ES EL ACV ISQUÉMICO
El especialista explicó que “el ACV isquémico es cuando se tapa la arteria por un trombo que sale de las carótidas o un émbolo que sale del corazón”.
“Cualquier paciente que tenga un síntoma neurológico agudo; dolor de cabeza, pérdida del habla, pérdida de la fuerza de un miembro, mareos, o hablar raro o que se le duerma la lengua, es un paciente que puede estar padeciendo un ACV en curso”, indicó.
“En el hospital, cuando ingresa el paciente, lo evalúa el servicio de emergencia y después de ese paso, se le hace la tomografía y si la tomografía descarta que sea un ACV hemorrágico, es un ACV isquémico. Para los pacientes que tienen ACV isquémico, existe un tratamiento, ese tratamiento consiste en suministrar un medicamento que se llama Alteplasa, que es una droga que sirve para licuar todos los trombolos o los émolos”, detalló.
“El tratamiento se hace en un tiempo que va de antes de las tres horas, mejor, o entre las tres horas y cuatro horas y media”, remarcó.
“Si el paciente está cursando un ACV isquémico, está dentro de las horas del tratamiento y no tiene ninguna contraindicación para suministrar la droga, se le hace el tratamiento y los pacientes presentan mejorías”, afirmó.
“Con esto no cambiamos la mortalidad pero si cambiamos la discapacidad, este señor (paciente de 60 años tratado actualmente) no movía ninguna parte del cuerpo, no podía hablar y ahora el paciente está hablando normalmente y hoy a la mañana con el brazo que no movía, se estaba alimentando”, aseguró.
En cuanto a estadísticas a nivel país, Álvarez dijo que “el 80 por ciento de los ACV son isquémicos y el 20, hemorrágico, que se dan por rotura del vaso, por una crisis hipertensiva o por una aneurisma, una malformación de un vaso que se rompe”.
PREVENCION
Para prevenir el riesgo de padecer un ACV, Álvarez sugirió: “Ir a controles médicos, tratar de disminuir todos los factores de riesgos modificables; presión arterial, la glucemia, dejar el cigarrillo, evitar el alcohol, hacer ejercicios, comer sano y mantener el colesterol bajo”.