El chaqueño «Seba» Báez, el mejor tenista «junior» del planeta

Deportes

Oriundo de Villa Ángela, Sebastián es desde este lunes el mejor tenista juvenil del ranking mundial. Discípulo de José Luis Clerc, valora al trabajo como su principal virtud.

La historia de Sebastián Báez no será recordada como una más. Es que este chico nacido hace 17 abriles en Villa Ángela, es desde hoy un miembro más de una selecta lista: la de los tenistas argentinos que alcanzaron el número 1 del mundo del tenis junior. Y en el contexto de la Copa Paineiras, en la que fue finalista en San Pablo, Báez se hizo un lugar para poder charlar con Clarín acerca de este suceso personal y para el tenis argentino en general.

«Empecé a jugar al tenis a los 2 años, en mi casa, porque mi mamá me decía que iba con la raqueta por todos lados. Me tiró unas pelotitas y arranqué», cuenta Báez sobre el comienzo del amor por este deporte. Su madre tuvo mucho que ver, está visto. Cansada de los golpes de la pelota y de que su pequeño hijo caminara por cada sector del hogar con una de ellas en la mano, lo hizo activarse para pelotear.

Y ese mismo amor por el tenis lo llevó a seguir mejorando y, en su momento, a cruzarse con una persona muy importante en su vida: José Luis Clerc. El ex número 4 del mundo y finalista de la Copa Davis junto a Guillermo Vilas, vio en él a un gran talento y, a pesar de que no trabajan full time juntos, sigue siendo una persona de gran importancia.

«Batata es como mi papá -avisa-. Lo conozco desde hace años y me ha enseñado muchas cosas. Ahora también estoy con Sebastián Gutiérrez, que está conmigo todos los días y juntos formamos un gran equipo de trabajo. Eso es lo que a mí me da confianza para que me pueda ir bien mañana».

Ese equipo al que se refiere Báez ha logrado grandes cosas durante este tiempo. El chaqueño ganó en 2015, sin ceder sets y con tan sólo 14 años, el Orange Bowl, el prestigioso torneo estadounidense de menores, ¡en la categoría de menores de 16!

Además, en 2016, junto con sus compañeros Thiago Tirante y Tomás Descarrega, logró el tercer puesto en la Copa Davis Junior que se disputó en Budapest. En tanto, el año pasado pudo disputar el Torneo de Maestros de Menores en Chengdu, China, donde quedó en cuarto lugar luego de caer ante su compatriota Axel Geller, a la postre número 1 y campeón del mundo de la categoría.

-¿Qué te dejaron las experiencias que tuviste jugando para Argentina?

-Es siempre algo que me resulta muy lindo. No solo conseguimos el tercer puesto en la Davis, sino que meses atrás logramos ganar el Sudamericano en Río de Janeiro. ¡Y contra Brasil! Eso fue realmente increíble.

Pero como parece ser su estilo, Báez no se conforma con lo logrado hasta ahora y redobla la apuesta de cara al futuro. «Uno de mis grandes sueños como profesional es poder ganar la Copa Davis -afirma-. Y después, como creo que sueñan todos los jugadores, ser número 1 del mundo», confiesa.

-¿Se hace difícil viajar durante tanto tiempo?

-Sí, realmente a veces cuesta, pero creo que todo tiene sus recompensas. Extraño a mi familia y a mis seres queridos, pero realmente la paso muy muy bien cuando viajo y puedo jugar al tenis.

Cierto es que en el mundo del tenis los atletas tienen sus puntos débiles y sus fuertes, los cuales tratan de equilibrar para poder sacar el mayor provecho a su rendimiento dentro de la cancha. Sin embargo, Báez lo ve de manera diferente: “No creo tener debilidades o fortalezas, sino que como todo jugador tengo muchas cosas para mejorar, pero de todas maneras creo que el trabajo duro es uno de mis puntos fuertes”.

«En 2018 fui número 1 del tenis en menores», podrá decirles a sus descendientes. Pero lo más probable es que eso no sea lo único que él tenga para contar acerca de su trayectoria tenística. El futuro dirá…

 

El éxito y el fútbol

Como todo deportista en general, Sebastián Báez no es ajeno a las presiones y al éxito que genera estar en la posición en la que él se encuentra. Sin embargo, lo toma con mucha naturalidad. “No me creo un tipo exitoso -dice-. Sé que queda un camino demasiado largo por delante, pero estoy contento con la preparación que hice y con el entrenamiento que tengo y pienso que puedo llegar a tener éxito”.

Asimismo, asegura que a pesar de tener bien encaminada su idea de intentar convertirse en profesional y hacer su vida en torno al tenis, el deporte es una pasión que lleva consigo.

“Toda mi vida he practicado otros deportes, porque siempre me gustaron. Pero si tuviera que elegir uno y además por una cuestión de cómo nos divertimos con mis amigos, ese sería definitivamente el fútbol -confiesa Báez-. Además, cuando juego con mis amigos, hacemos apuestas y como nadie quiere pagar ponemos todo. Nos cagamos a patadas, lo disfruto mucho, je».

 

 

 

Fuente: Clarín