La denuncia la realizó Verónica Borelli, la madre de la víctima, quien alegó que Sasso, el hombre acusado del homicidio, salía del calabozo de la Estación Comunal de Balcarce e incumplía lo ordenado por la justicia.
La Policía Bonaerense desafectó a 7 agentes luego de una investigación que permitió corroborar que cobraban dinero a cambio de dejar salir por algunas horas a presos alojados en ese establecimiento.
La investigación comenzó cuando representantes de la Auditoría recibieron una denuncia donde se informaba que Federico Sasso -que cumplía prisión preventiva por haber atropellado y matado a Lucía Bernaola, de 14 años- realizaba salidas esporádicamente.
La denuncia la realizó Verónica Borelli, la madre de la víctima, quien alegó que Sasso, el hombre acusado del homicidio, salía del calabozo de la Estación Comunal de Balcarce e incumplía lo ordenado por la justicia.
«Me tomaron el pelo, se burlaron se la muerte de mi hija, con qué derecho», dijo Borelli, al contar cómo fue que descubrió que Sasso salía de la cárcel cuando quería.
No compartía el menú con los demás detenidos y mataba el tiempo jugando a la Play Station en el departamento del primer piso que le prestaba el comisario, y cuando quería, salía a dar una vuelta.
Además, corroboraron que dentro de las celdas había elementos de corte y cuchillos y que había dos presos que no estaban anotados en los libros de guardia, hecho que agravó aún más la situación de los policías.