El triste episodio tuvo lugar en Pampa del Indio, donde un bebé de seis días falleció producto del excesivo calor mientras se lo trataba con luminoterapia. El Juzgado Correccional de San Martín había condenado a la médica María Mayol y al enfermero José Ocampo a 2 años de prisión en suspenso. Ahora, el gobernador tomó la determinación de echarlos del trabajo.
El gobierno provincial expulsó de Salud Pública a la médica, María Esther Mayol, y al enfermero, José Ocampo, luego de que la justicia los condenara a dos años de prisión en suspenso por la muerte de un bebé recién nacido, en un hecho ocurrido en el año 2013, en el hospital de Pampa del Indio.
Con fecha del lunes, la cesantía se dio a través del decreto 431/18 y lleva las firmas del gobernador, Domingo Peppo y del Ministro de Producción, Marcelo Repetto. Para ello, se tomó en cuenta la sentencia N°13/17 del Juzgado Correccional de San Martín, quien encontró culpable de homicidio culposo a Mayol y Ocampo.
En este sentido, el decreto recuerda que el día que ingresó el bebé Ariel Gómez, Mayol (de 60 años de edad) cumplía funciones de médica de guardia mientras que Ocampo (36) se desempeñaba como auxiliar de enfermería.
“Durante el proceso de internación (ni Ocampo ni Mayol) efectuaron acabadamente los deberes de control adecuado del niño, circunstancia que derivó en la muerte del mismo, constituyendo ello mérito para la imputación formulada habida cuenta de no haber garantizado y resguardado adecuadamente el deber de seguridad en garantía del derecho a la salud del paciente”, explica el decreto. También se recuerda que otro enfermero y una auxiliar de enfermería fueron absueltos por esta misma causa.
Triste historia
El Pórtico Noticias reseña que el 4 de octubre de 2013 nació el niño qom Ariel Gómez. Todo estaba bien hasta que al séptimo día tuvo una bilirrubina indirecta. A las 16.35 fue puesto en la cuna pediátrica preparada para recibir tratamiento de luminoterapia.
Le colocaron dos plafones metálicos con tres tubos fluorescentes de 40 watts en cada uno de ellos con sus respectivas reactancias eléctricas, tapando todo ello -incluido su colchón- con una sábana y una colcha donde habrían acostado en el interior al bebé. A todo esto, la mamá del bebé, Sara Gómez, tenía órdenes de los médicos de sacarlo de ahí sólo para amamantarlo.
En el expediente penal se realizó una pericia de bioirradiación del equipo de luminoterapia donde falleció el bebé. Según recordó el Centro de Estudios “Nelson Mandela”, se tomaron en cuenta dos fuentes de calor artificiales, que fueron las luminarias –con los tubos fluorescentes y balastos- del equipo y la estufa calefactora, ubicada por encima del sistema. Tomaron la temperatura ambiente.
Luego, encendieron las luminarias y una hora y media después la temperatura se elevó a 45, 4º C en el punto central de la cuna, sin la estufa prendida. Cuando se repitió la experiencia, esta vez con la estufa en funcionamiento, en el mismo lapso la temperatura llegó a 52,7º C. Luego de la hora y media no se registraron variaciones significativas en materia de temperatura.
El perito destacó que la cubierta de la cuna, que se realizó con una sábana y un cubrecama de algodón, actuó a manera de impermeable térmico por lo que el calor fue retenido en la cuna, que se transformó en un virtual horno.