La entidad encargada de las estadísticas oficiales a nivel nacional informó las cifras durante la jornada de hoy. Aseguran que el porcentaje de pobres en la República Argentina fue del 25,7% en el segundo semestre del año pasado, lo que significa una disminución del 4,6% en comparación con el mismo período de 2016.
Los números difundidos por el Indec reflejan el nivel más bajo de pobreza desde la llegada de Macri al Gobierno, pero con un detalle fundamental: no se tuvieron en cuenta los últimos tarifazos que decidió el Poder Ejecutivo argentino.
La indigencia, en tanto, fue del 4,8 % y cayó 1,3% tomando como referencia el segundo semestre de 2016.
En ese sentido, el presidente Macri manifestó que la disminución en la tasa «es una noticia que da esperanzas para el futuro» y que «la baja de la pobreza es mi principal preocupación y prioridad».
En detalle, el informe indicó que 316.350 familias continúan bajo la línea de indigencia, lo que incluye a 1,3 millón de personas.
Según especialistas, las mejoras en las tasas de indigencia extrema no parecen acompañar lo ocurrido en materia de pobreza. «Lo cual implica un aumento de la brecha de la pobreza y una mayor cristalización de la pobreza estructural», asegura Agustín Salvia de Observatorio de Deuda Social de la UCA.
La medición tiene en cuenta el nivel de vida en los 31 centros urbanos más poblados del país. Cabe destacar que este índice mide el nivel de pobreza según los ingresos, por lo que los aumentos de los primeros meses de este 2018 podrían hacer que la próxima medición muestre avances.
Con un acumulado de inflación de enero y febrero de 4,2% y una canasta básica con suba de 3,3% en febrero, todo parece indicar que este descenso será transitorio. En el Gobierno se esfuerzan por mostrar la baja del 32,2% del segundo trimestre de 2016 con el dato actual de 25,7%, pero habría que recalcar que esa suba abrupta ocurrió tras la devaluación del trimestre de la administración Macri.