El Superior Tribunal de Justicia (STJ), máxima instancia penal de Brasil, negó hoy un habeas corpus presentado a favor del ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva para evitar su arresto, aumentando la tensión a horas de que venza el plazo para que se presente a cumplir su condena a 12 años y un mes de prisión.
El magistrado Félix Fischer rechazó hoy un nuevo recurso de un particular contra la inminente prisión de Lula, pero aún debe analizar «decenas» de pedidos similares, entre ellos el que presentó hoy la defensa del ex presidente.
El recurso presentado hoy mismo por los abogados de Lula está aún pendiente de análisis y es el que mayor peso tiene pues cuenta con la debida autorización del acusado, pero la apelación negada era similar a una interpuesta hace poco más de un mes ante el mismo TSJ, que la rechazó entonces por unanimidad, informaron fuentes judiciales citadas por medios locales y la agencia de noticias EFE.
El juez federal Sérgio Moro dio plazo hasta las 17 al líder opositor para que se presente en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, en el sur de Brasil, para empezar a cumplir su condena por una causa por corrupción, pero Lula ya anunció a través de sus voceros que se quedará en Sao Bernardo, donde pasó la noche, a unos 400 kilómetros al norte.
El nuevo revés judicial abre más incógnitas sobre las próximas horas, mientras algunas versiones mencionan la posibilidad de que el ex mandatario hable pasado el mediodía ante los miles de personas que se acercaron al sindicato de los metalúrgicos donde se encuentra desde ayer.
La senadora y titular del PT Gleisi Hoffmann; el precandidato a presidente del PSOL, Guilherme Boulos, y el jefe del sindicato de los Metalúrgicos, Wagner Santana, entre otros líderes, debatían este mediodía los pasos a seguir ante la inminencia de la detención de Lula.
El dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) Luiz Marinho dijo hoy al diario paulista Folha que Lula hablará a las 16, una hora antes del plazo fijado por Moro.
Mientras tanto, la defensa del fundador del PT solicitó una medida cautelar al Comité de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para intentar impedir el arresto del ex presidente de Brasil, según confirmó a la agencia de noticias DPA el abogado Cristiano Zanin Martins.
El pedido reclama que el gobierno brasileño impida el encarcelamiento de Lula hasta que se agoten todos los recursos jurídicos disponibles en el caso de la condena a 12 años de cárcel por corrupción contra el ex presidente, según el texto firmado por tres abogados de Lula y el activista de derechos humanos británico Geoffrey Robertson.
La solicitud es la misma que la corte suprema de Brasil rechazó el miércoles último por 6 votos contra 5 y que habilitó la orden de captura de Moro.
La Policía Federal tiene listo un avión para trasladar a Lula de San Pablo a Curitiba, en caso de que efectivamente el ex mandatario no cumpla con la orden judicial.
«Él puede venir en avión particular y presentarse aquí o si se presenta en San Pablo, puede venir con la aeronave de la Policía Federal», que está «lista» para su traslado, dijo Jorge Chastalo Filho, jefe del equipo de custodia y escolta de la Policía Federal de Curitiba.
A las puertas de la sede de la Policía Federal de esta ciudad del sur de Brasil tan solo había a primera hora de la mañana un grupo de medios de comunicación, nacionales e internacionales, y varias personas que ingresan en el local para realizar diversos trámites burocráticos, pero sin presencia de simpatizantes ni en contra ni a favor de Lula.
«No hay una definición exacta de lo que quieren hacer», señalaron fuentes de la Policía Federal, que confirmaron contactos con la defensa de Lula.
En la prisión de esta ciudad se dispuso una «sala especial» para alojarlo que cuenta con «una cama, una mesa con sillas y un baño» y está aislada del resto de los detenidos.
La sala tiene 15 metros cuadrados, se ubica en el cuarto piso de la sede y fue habilitada para él en virtud de su condición de ex presidente.
La Policía indicó además que el fundador del Partido de los Trabajadores solo podrá recibir visitas los miércoles de sus familiares más próximos, mientras que el resto necesitará una autorización judicial.
En esa sede se encuentran 20 detenidos, siete de ellos por el caso Petrobras, el escándalo de corrupción destapado en el seno de la petrolera estatal.
Anoche Lula se recluyó en la sede del sindicato donde inició su carrera política y tan sólo realizó un breve saludo desde una de las ventanas del edificio a centenares de seguidores que pasaron la noche en vela.
A primera hora de la mañana se registraron algunas peleas entre manifestantes, y un grupo de personas intentó entrar a la fuerza en el edificio donde se encuentra Lula, llegando a romper una de las puertas.
Algunos militantes llegaron incluso a amenazar a la prensa, a la que acusaron de «golpista», pero fueron frenados por otros simpatizantes. La Asociación de Diarios brasileños condenó la agresión.
Lula, quien lidera con amplia ventaja todas las encuestas de intención de voto en las próximas presidenciales, atribuye su prisión a una «persecución política» que busca apartarlo de la carrera electoral de cara a los comicios del 7 de octubre.
Y reiteró que Moro se ensañó con él y que no iba a parar hasta verlo «al menos un día en la cárcel».
Fuente: Télam