La jueza federal con competencia electoral, María Romilda Servini, intervino el Partido Justicialista nacional y designó al frente al sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo, para que «normalice» el organismo partidario. Gioja, actual presidente, se «atrincheró» en su oficina.
El titular del Partido Justicialista (PJ) nacional, José Luis Gioja, anticipó este mediodía que apelará la intervención, al considerar que la resolución de la jueza Servini «es una intromisión y una judicialización de la política».
La intervención se generó a partir de un pedido de los dirigentes sindicales, integrantes de las 62 Organizaciones Peronistas, Carlos Acuña, Guillermo Rojas y Horacio Valdez, para que la justicia declare «el estado de acefalía» del partido.
Los peticionantes estimaron que «ninguno de quienes arrogan el mandato de los afiliados, a la fecha cumplen ese requisito» de conducir el partido y representarlos.
Como fundamento de esto, enumeraron que «así las cosas, vemos cómo se realizan convocatorias en las que participan ‘hermanos de frustrados candidatos’, ‘dirigentes sin mandato político que perdieron por paliza en las elecciones nacionales’, y ‘ex funcionarios’ que sólo podían ejercer alguna función a la sombra de la ex Presidente y que en la actualidad nadie reconoce».
Según dispuso la jueza, Barrionuevo deberá realizar «un inventario de bienes muebles e inmuebles» como así también «informar sobre la situación económico financiera de la entidad».
Barrionuevo, cuyo mandato se extenderá hasta que la Justicia considere «normalizado» el partido, también deberá presentar ante la magistrada un «informe mensual detallando las actividades desarrolladas» para cumplir con la intervención y el ordenamiento del partido.
En el mismo trámite, la jueza dispuso la creación de una comisión asesora, conformada por tres miembros, que serán designados por el juzgado una vez que el interventor confirme que acepta el encargo.
La función de esta comisión será la de «asistir» al interventor en su relación con los distintos sectores partidarios.
Por su parte, Gioja dijo que «el partido está normalizado», y añadió que no sabe «cuál es la causa» de la intervención.
«No me cae como un balde de agua fría, porque siempre hay personas que quieren que el justicialismo tenga un tropiezo», admitió Gioja.
En los fundamentos de su resolución, la jueza Servini sostuvo que «el grado de división alcanzado, con líneas internas partidarias que se ubican en las antípodas del pensamiento político, ha creado una situación crítica insostenible que, de permanecer en el tiempo, podría afectar la propia existencia del partido».
En este sentido, afirmó que «el estado de conflicto interno permanente» en el PJ «no es novedoso», y señaló que, de hecho, «en los últimos años han tramitado ante este tribunal numerosas causas relacionadas a la vida institucional del Partido Justicialista».
«Se ha observado que, en los últimos comicios nacionales y provinciales del año 2017, reconocidos dirigentes partidarios apoyaron candidaturas de partidos o frentes políticos de los que el Justicialismo no formó parte o directamente se han postulado como candidatos de esas agrupaciones que compitieron en el último proceso electoral contra el partido fundado por el General Perón», analizó la magistrada.