La hipótesis de la Justicia es que las empresas “truchas” habrían sido hechas para ocultar el patrimonio del magistrado. En los operativos intervinieron PROCELAC y Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
La Justicia dispuso en las últimas horas una decena de allanamientos en distintas empresas de Capital Federal y Provincia pertenecientes al supuesto testaferro del ex juez Norberto Oyarbide y a la pareja de éste, en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito que pesa sobre quien fuese magistrado federal.
Los allanamientos realizados de manera simultánea fueron pedidos por el fiscal Jorge Di Lello y ordenados por el juez Sergio Torres.
Los operativos a cargo de la División Fraudes Bancarios de Policía Federal fueron en sociedades anónimas a nombre de Claudio Blanco, pareja de Oyarbide, y del empresario Ariel Roperti, sindicado como testaferro del ex magistrado.
En los operativos se secuestró abundante documentación que prueba la hipótesis de la investigación, en cuanto a que las sociedades fueron creadas a sólo efectos de simular bienes patrimoniales como ser una gran cantidad de vehículos de alta gama, según precisaron las fuentes judiciales.
Entre otras, fueron allanadas las firmas Cuasares, Consorcio Creba y Krabenlab, y no se descartan próximos operativos.
La vinculación entre Oyarbide y Roperti está dada porque el ex juez es padrino de una de las hijas del empresario y además hay gran cantidad de viajes que realizó este y que fueran pagados por el empresario.
Todo se inició por una investigación patrimonial del fiscal de Saavedra, José María Campagnoli, a raíz de una nota periodística que aseguró que Oyarbide tenía artículos de lujo en un restaurante de Puerto Madero al que asistía con frecuencia, y luego se sumó otro expediente de hace más de 20 años en donde se comenzó a investigar el crecimiento patrimonial de quien fuera juez federal.
En las últimas semanas y por pedido del fiscal federal Jorge Di Lello se dispuso levantar el secreto bancario y también se focalizó la investigación en cómo se financiaron la gran cantidad de viajes al exterior que hizo Oyarbide siendo juez federal.