Con fallo dividido, y el desempate de la presidenta del cuerpo judicial, la votación fue de 6 votos en contra y 5 votos a favor. De esta manera rechazaron el intento de la defensa para salvar al principal dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) de una condena a 12 años de cárcel por hechos de corrupción. Duro golpe al progresismo brasileño.
Uno de los principales protagonistas de la agenda mediática alrededor del mundo durante la jornada de hoy ser, indiscutiblemente, Luiz Inácio Lula da Silva. El ex presidente de Brasil y máximo líder del PT podría llegar a quedar privado de su libertad luego del fallo de la Corte Suprema, órgano que falló en su contra por 6 a 5 tras una extensa sesión que superó las diez horas.
Cabe recordar que sus abogados recurrieron a esta instancia como última opción para evitar que vaya a prisión por sendos hechos de corrupción por los que está acusado. Antes, un tribunal de Porto Alegre de segunda instancia ratificó su condena a 12 años de cárcel. Esta votación acelera aun más el proceso y lo deja a un paso de quedar tras las rejas.
El voto de la presidenta del Tribunal definió la cuestión, ya que la situación había quedado en empate luego de 5 votos a favor y 5 en contra del recurso presentado por Lula.
Los que votaron contra el habeas corpus se ampararon en “la necesidad de mantener coherencia” en las resoluciones de la Corte. Tanto es así que el ministro Luis Barroso, uno de los que se pronunció contra el recurso, explicitó: “No leí la razón de la primera condena contra Lula en primera instancia (proferida por el juez Sergio Moro). Tampoco la de segunda instancia (el del tribunal de Porto Alegre)”. Con todo, rechazó el habeas corpus. Fueron consideraciones técnico-legales lo llevaron a este juez a quitar cualquier posibilidad de amparo del ex presidente del país, que pronto podrá ser enviado a una cárcel común.
Gilmar Mendes, Ricardo Lewandowski y Marco Aurélio de Mello, estuvieron a favor de conceder el amparo a Lula. Para ellos, no hacerlo implicará atentar contra la “presunción de inocencia” que permite, por la Constitución brasileña de 1988, transitar el juicio en libertad. A las 19.30 todas las atenciones del Supremo Tribunal Federal miraron hacia la ministra Rosa Weber. Era la única que podía inclinar la balanza a favor de conceder el amparo a Lula. Pero en cuanto empezó a hablar fue visible que se expediría en contra del recurso. La razón esgrimida superó sus “opiniones personales” según dijo. Y se refugió en una consideración: “Soy la quinta en votar”, con lo cual dio a entender que faltaban todavía otros 6 jueces que podrían inclinar la balanza. Lo cierto es que ella optó por seguir la orientación de los ministros que la habían precedido y que denegaron el recurso en pro del ex mandatario.
Gilmar Mendes, el segundo en votar, y el primero en manifestarse a favor del recurso, propuso una solución intermedia: que se le diera a Lula la posibilidad de apelar la primera y segunda condena (de Moro y del tribunal de Porto Alegre) ante el Superior Tribunal de Justicia. Si en ese caso, la justicia optaba por volver a condenarlo, entonces podría ser preso. El juez recordó, también, que era lógico permitir la prisión después de sentencia de segundo grado para casos en los que cabe la prisión preventiva “como son los de violación del orden público”. Pero indicó que no es esa la situación del ex presidente Lula da Silva.