El dispositivo de seguridad estaba mal colocado. La mujer que es policía fue detenida el jueves y ha sido identificada. Su pareja es agente penitenciario. Quedó grabada en vídeo durante el ilícito.
Cuando una mujer ingresó en un local del Centro de la ciudad de La Plata el miércoles pasado.La mujer eligió ropa y conversó tranquilamente con la empleada del comercio. Todo iba por el carril normal, salvo que de buenas a primeras, la «clienta» sacó un par de armas con las que demostró que sus intenciones no eran justamente la de ir a comprar.
Un alerta inmediata al 911 permitió detenerla a los pocos minutos y recuperar lo robado. Pero había más, y se pudo comprobar que la mujer habría protagonizado al menos otros tres asaltos similares en comercios de la zona.
Lo que demoró más tiempo fue identificar a la detenida, quien, como no tenía su documentación, dio un nombre falso justo en el momento de ingresar a la comisaría Primera.
La mentira lo que un suspiro, ya que a los investigadores policiales presentes les llevó poco tiempo cruzar las huellas dactilares de la acusada con el registro de antecedentes, en el que aparece fichada con su verdadera identidad. La mujer detenida es Miriam Emilce Vaca Guevara, de 37 años de edad, una oficial de la policía bonaerense que había sido desafectada de servicio activo y a quien se le había dado arresto domiciliario desde noviembre de 2016.
Pero incluso eso no fue todo. La mujer tenía que cumplir con ese beneficio bajo monitoreo de una pulsera electrónica que, claramente, no tenía colocada en el momento de cometer los ilícitos.
El dispositivo fue encontrado en la casa de la detenida, en la localidad de Los Hornos, “colocado en el cuello de un perro caniche”. Otro dato que no pasó desapercibido es que la pareja de Guevara es agente del Servicio Penitenciario Bonaerense, por lo que ahora se investiga su responsabilidad en el hecho.
Fuentes oficiales confirmaron que el dispositivo de seguridad de Vaca Guevara “no está violentado de ningún modo”, por lo que suponen que “pudo sacárselo porque adelgazó o estaba mal colocado”. Prueba de su funcionamiento defectuoso es que “nunca se activó la alarma”, asunto que es investigado en el sumario que se abrió en las últimas horas para determinar si hubo “negligencia o corrupción”, en el personal a cargo de la instalación.
Así mismo, descartaron completamente que la alarma se haya anulado por la colocación del dispositivo en un ser vivo. “No saltó porque estaba mal puesto”, completó un experto, “si se la ponía a un oso de peluche era lo mismo».
