Se trata de Edith Arraspide, quien se enteró de la decisión a través del sistema online automático de becas, sin recibir un comunicado oficial al respecto. “Es una determinación del Comité Paralímpico Argentino, netamente política”, aseguró Analuz Pellitero, nadadora del equipo.
El viernes pasado, el Comité Paralímpico Argentino (COPAR), a través del sistema automático de becas de la Entidad Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD), separó del cargo de Directora Técnica Nacional (DTN) a Edith Arraspide, sin dar explicaciones. Allí, desde 2014, cumplía con la función de coordinar a los equipos y al staff médico de las diferentes federaciones.
En cuanto a ello, Arraspide contó: “siento mucha tristeza por lo que pasó, dado que nadie se comunicó conmigo en forma oficial para avisarme sobre la decisión. Tampoco sé qué criterios utilizaron para desplazarme del cargo… siento mucha tristeza e impotencia”. Además, agregó: “Ahora sigo como técnica de FADESIR, donde estoy al frente del equipo con discapacidad física”.
Al enterarse de lo sucedido, el equipo de natación la respaldó en redes sociales, dado que no están de acuerdo con el alejamiento de su cargo y menos con la forma en que se lo comunicaron. “Edith siempre priorizó a los atletas, respetó a los técnicos personales y generó un equipo de trabajo como nunca hubo dentro del COPAR”, expresaron los nadadores.
En ese sentido, Daniela Giménez, nadadora chaqueña que integra el equipo, relató que “en lo personal me ayudó muchísimo, tanto en lo deportivo como en lo mental. Y además de ser una gran entrenadora, es excelente persona, por eso los atletas nos vimos obligados a alzar la voz por ella y porque nuestro futuro en el deporte está en juego”.
Por su lado, Analuz Pellitero, de General Pico, La Pampa, también nadadora, sostuvo que “es una determinación del Comité Paralímpico Argentino netamente política, ya que desde el aspecto deportivo no tienen fundamentos… me preocupa mucho la decisión que tomó el COPAR porque ella desempeñaba el cargo en forma muy correcta”.
- Texto y fotos: Guido Contepomi
