Los mensajes de WhatApp fueron base fundamental para que la Policía pudiera avanzar en la investigación, tras el brutal ataque a la comisaría donde balearon a la sargento Rocío Villarreal. La joven que intentó liberar a su novio, fue detenida el lunes a la noche frente a la dependencia.
La joven de 19 años, Zahira Ludmila Bustamante, fue quien planificó el intento de fuga de la Comisaría de San Justo cuyo objetivo terminó trunco tras el enfrentamiento entre la policía y dos delincuentes disfrazados de oficiales. Sin embargo, se cree que después del hecho, Zahira pretendía golpear nuevamente cuando se llevara a cabo el traslado de los detenidos hacia otra dependencia.
El celular del detenido Leandro Aranda, de 22 años, y el de su novia les fue útil para mantenerse conectados y poder planear el golpe a la comisaría para liberar al joven. Sin embargo, se cree que después del hecho, buscaba aprovechar el traslado de detenidos para hacer un segundo intento.
Los investigadores creen que fue ella la que planificó el ataque a través de mensajes que intercambió con Aranda, preso desde agosto pasado por un homicidio. El intento de cuatro asaltantes vestidos de policías de tomar la seccional derivó en un tiroteo en el que resultó herida la sargento Rocío Villarreal de 25 años.
En las últimas horas trascendieron novedades del caso. De las conversaciones de WhatsApp también surge un supuesto segundo intento de rescate: estaba previsto ponerlo en marcha durante el traslado de los presos a otras dependencias, ordenado luego del ataque a tiros. Eso explicaría la presencia de Bustamante en la puerta de la seccional y de Postigo dando vueltas en las inmediaciones.
Por ahora, el caso, que investiga la fiscal Alejandra Núñez, tiene dos detenidos: Zahira Bustamante y Bruno Marullo Postigo (19). A la novia de Aranda la apresaron el lunes a la noche, frente a la comisaría 1° de San Justo, cuando volvió al lugar para un nuevo intento de fuga. Estaba camuflada entre los familiares de otros presos. También le secuestraron el celular, en el que encontraron conversaciones con detalles del ataque.
La Policía requisó el calabozo y encontró cuatro teléfonos. Uno de ellos habría sido ingresado clandestinamente por Aranda para planificar el atraco.
A Postigo lo reconocieron gracias a las cámaras de seguridad. En el momento del ataque fue visto en un Volkswagen Vento dándole apoyo a la banda. También lo detuvieron el lunes, cuando merodeaba por Tomás Villegas y Monseñor Marcón, a una cuadra y media de la comisaría. En su poder tenía los papeles de un Volkswagen Fox gris similar al que usaron en el intento de la toma de la seccional.