“No nos tomó por sorpresa, estábamos preparados”, dijeron en el gobierno nacional en referencia al significativo aumento del dólar que se dio en estos días. Cómo no esperarlo si el gobierno de Cambiemos viene batiendo records históricos en generar índices negativos y problemas estructurales en la macroeconomía argentina.
El daño provocado es sobre el Estado y pueblo argentino y no sobre el patrimonio y las ganancias de los conglomerados de empresas que forman parte, directa o indirectamente, de la administración macrista, quienes justamente son los grandes beneficiados.
Este gobierno tiene ya varias medallas de oro garantizadas, logró para el ellos el record de aumento de deuda externa en dos años y medio de gestión, la más significativa cuenta de intereses a pagar en un año, alcanzó el mayor stock de letras del BCRA (deuda necesaria para lograr la fuga de divisas), también el descomunal déficit comercial alcanzado en el año 2017 y en consecuencia la mayor fuga de divisas o capitales (ganancia especulativa que se saca del país) que se haya registrado en la historia en tan corto tiempo.
Deuda Pública Externa, condiciones y vencimientos
El macrismo en dos años duplicó la deuda pública con el sector privado externo, pasando de USD 56.000 millones a más de USD 115.000 millones de dólares, siendo el pasivo duro y condicionante ya que el resto es intraestatal y con organismos multilaterales de créditos. La deuda pública total se incrementó en más de USD 80.000 millones y hoy supera los USD 307.000 millones de dólares.
Lograron aumentarla pero también empeorar su composición, debido a la proporción creciente de deuda externa sobre deuda total (más del 35 %), las mayores tasas de interés (6-7-8 % anual), la menor vida promedio y un monto significativamente creciente de intereses a pagar.
Para el caso de los intereses de deuda pública, los que constituyen un gasto público y se pagan con presupuesto público como la educación, justicia, seguridad, promoción del empleo, etc., pasaron de $109.000 millones de pesos en el año 2015 a más de $306.000 millones en el 2016, $314.000 millones para el 2017 y con la misma tendencia para este año 2018 se presupuestó $406.500 millones de pesos. El incremento supera lo ahorrado por el ajuste previsional a los jubilados y demás beneficiarios, más el ajuste por quita de subsidios a la energía, gas, transporte y agua.
Mirado de otra forma, el gasto por intereses de este año duplica el de Educación y Ciencia/ Tecnología sumados y supera siete veces el de Salud.
Especulación, Lebac, fuga de divisas
En las políticas monetaria, financiera y cambiaria aplicadas por el gobierno de Macri está la causa de la crisis actual, que se aceleró por la decisión de la Reserva Federal de EE UU de incrementar la tasa de los bonos a 10 años hasta el 3% anual. Así fue que el stock de Lebac que hoy supera los $1,2 billones de pesos, creció más de $500.000 millones respecto a 12 meses antes y tres veces más que los $385.332 millones informados en los Estados Contables de 2015 del BCRA.
Estos instrumentos el Banco Central los coloca para retirar los pesos que se emiten para comprar los dólares ingresados por toma de deuda externa y por ingreso de inversiones extranjeras, la gran mayoría son capitales especulativos que aprovechan las ventajas de la timba financiera diseñada en el país desde que el ex jefe de gobierno de la CABA ocupa el sillón de Rivadavia. De esta manera la autoridad monetaria debe ofrecer tasas cada vez más altas, y rogar que los tenedores renueven todo el stock que vence. Cuando ello no ocurre y los inversores reciben el pago en pesos del Central, suelen correrse a la compra de dólares y se generan las condiciones para una corrida como la que vivimos en los últimos días, que fue momentáneamente frenada ofreciéndoles la tasa de interés más alta de la gestión Cambiemos, 40% anual, luego de haber rifado U$S 7000 millones de las reservas y convalidado una devaluación de más del 12% en una semana (¿por qué no la frenaron antes a la corrida? ¿habrá habido amigos del gobierno beneficiados con estas medidas?).
Estas altas tasas generan derechos a pagar, el costo total de la fallida política monetaria antiinflacionaria alcanzó los $327.834 millones de pesos para el 2017, más del doble que el año anterior ($157.465 millones).
Como se deduce de lo explicado, la amenaza que significa un alto y creciente stock de Lebac, es que ante cada vencimiento se pone en riesgo y a prueba la sustentabilidad del modelo “M”, vencimientos con montos crecientes porque deben ir sumando los altos intereses generados y evitar su pago en pesos. Los últimos vencimientos llegaron a representar el equivalente a más del 50% de la base monetaria, el impacto del 10% de ese valor sobre el mercado cambiario ya es suficiente para una disparada de la divisa. Se generó un círculo vicioso negativo que destruye salarios, endeudamiento, empleos, servicios públicos y que genera una formidable transferencia de riqueza a sectores económicos y financieros concentrados y especulativos, que, es necesario decirlo, dictan hoy la política económica del gobierno argentino.
Altas tasas para estabilizar el dólar, endeudamiento externo y desregulación del mercado cambiario, constituyen la garantía para el libre saqueo de los capitales especulativos, hoy en nuestros país más del 80% de los dólares que ingresan vienen a la timba financiera y se van llevándose en cuotas las reservas del Banco Central, las que ante déficit de la cuenta corriente solo en el endeudamiento externo encuentra su oxígeno, por eso es que pedir dólares prestados en nuestro país es financiar la fuga de divisas, la que desde el inicios del nuevo gobierno alcanzaría los USD -64.878 millones de dólares (32.257 millones en 2016, más de 28.779 millones a fines del 2017).
Déficit Comercial y Fiscal, más ajuste
Para el cierre del ejercicio presupuestario de 2017 el gobierno muestra contento una reducción del déficit primario, en un año no electoral redujo el gasto total en términos reales respecto de 2016, lo que obedece, básicamente a la drástica caída del 27%, en los subsidios económicos en energía y transporte principalmente. También la desaceleración en las transferencias de capital a las provincias (obras públicas), sobre todo después de las últimas elecciones.
Pero a la hora de ver el déficit financiero que agrega el pago de intereses de la deuda, muestran un aumento desmedido que lleva el déficit a $612.700 millones de pesos y a un 6% del PBI. Así el déficit financiero creció en 2017 un 30% respecto de 2016 y demuestra que todo el esfuerzo que el gobierno impone al pueblo a través del ajuste y quita de derechos, termina yendo al pago de ganancias de los sectores financieros especulativos.
Para agregar las malas noticias, esta refleja la caída del sector productivo, las nuevas reglas macristas lograron un déficit comercial record, el que alcanzó los USD 8.471 millones de dólares para el año 2017, para el intercambio de mercancías con el exterior.
El gobierno centra en estos dos déficit, fiscal primario y comercial, las causas para justificar el endeudamiento externo y ante cualquier situación negativa profundiza el ajuste, hace días el Ministro de Hacienda daba señales a los mercados anunciando más ajuste y baja del déficit primario, entre otros $30.000 millones de pesos menos para obra pública, siendo muy claro a la hora de definir prioridades, ya que con el ajuste al pueblo se liberan recursos para pagar más intereses de deuda o ganancias especulativas.
¡Van por todo!
Como dice Macri, en 2015 también había el déficit pero el mismo se financiaba con algo de deuda en pesos y con adelantos transitorios o utilidades del Banco Central. Ese último financiamiento tenía costo cero y, cuando se tomaba deuda con el Fondo de Garantía de Sustentabilidad o Anses, se pagaba una tasa subsidiada. El nuevo Gobierno lo cubre con deuda cara y en su mayoría con acreedores externos, pagando altos intereses. Pero finalmente cumplen el principal objetivo que es obtener dólares para poder cubrir la salida de capitales especulativos fugados.
El endeudamiento en economía no está visto como algo malo o nocivo en sí mismo, muchas veces constituye una oportunidad para el progreso, desarrollo e inversiones. Si es malo o bueno depende de para qué se use o su finalidad, si se financia una obra de infraestructura, importación de maquinaria o tecnología para la industria, es muy probable que el crecimiento obtenido pague la deuda, pero en el modelo de Cambiemos la deuda externa no opera como elemento complementario de la política económica de desarrollo, sino como el sustento fundamental de un sistema financiero de especulación y saqueo de la riqueza de los argentinos.
Pero no creamos que tocaron fondo ni que se le terminaron las ideas o los soldados, la herencia recibida fue muy rica, aunque repitan lo contrario, y como dicen hoy para defenderse “el endeudamiento alcanzado es bajo, entre los menores de la región” y si tenemos en cuenta que en la herencia esta YPF, Aerolíneas Argentinas, pasamos de menos del 20% de propiedad estatal del sistema eléctrico a más del 40% a través de la inversión hecha en los 12 años “K”, esto incluye la represa hidroeléctrica Yacyretá, termonucleares, entre otras. Podemos decir que para que la fiesta continúe solo tienen que encontrar comprador.