Sucedió en en la localidad de Palmira, Mendoza. El chico de 14 años tuvo un hijo con su maestra particular que tenía 23 años . Según los investigadores, la relación fue consentida por familiares del adolescente y la mujer terminó viviendo en la casa del menor, con la beba que habían engendrado. Para la Justicia la mujer es inocente.
El joven habló en cámara Gessell y comenzó a contar la historia: “Fuimos a mi habitación. Tenía 13 años, fue mi primera vez”.
La mujer estudia para ser maestra y además da clases particulares. El fiscal Martín Scataregi cuenta lo siguiente: “El menor confirma las relaciones sexuales que tenía con la maestra durante el periodo que ella le daba clases”.
Ambos tuvieron relaciones sexuales más de una vez. Ella quedó embarazada de una nena que nació cuando el joven tenía 14 años y la profesora 23.
La familia del chico apoyaba el vinculo y la mujer estuvo viviendo varios meses en su casa. Cuando ella decidió romper con el joven e irse con otro hombre, fue denunciada.
El informe de los peritos explica lo siguiente: “Su relato es cierto, no miente. Debe tenerse en cuenta la edad el menor estaba cursando la pubertad, puente entre la infancia y la madurez. Una etapa marcada por explosión de emociones, cambios corporales y despertar de la sexualidad. La búsqueda de la propia identidad, el abordaje de la vía sexual y de la paternidad se dio en forma irruptiva, en cuanto no contaba con la madurez emocional y física”.
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“Un día, vino a la casa y me dijo que estaba embarazada y que el padre de ella la había echado. Entonces se quedó a vivir en mi casa”, concluyó el menor.
Para la Justicia mendocina la maestra es inocente. Fue absuelta por entender que el alumno era “maduro sexualmente” y tenía el aval de su familia.
El chico tiene ahora 17, la maestra, 26, y la hija de ambos, dos. La mujer tiene otro hijo, de 9 meses, de su nueva relación sentimental.
