“Lo primero que decidimos hacer es dejar de pagar”, dijo el ex empresario sobre las coimas que pagaron hasta la muerte del ex presidente.
Mario Faria se vio acorralado y sintió que la única escapatoria que le quedaba era apegarse al régimen de la delación premiada en Brasil, una figura que otorga beneficios para reducir una pena o hasta obtener el perdón judicial para acusados que otorguen información. El jerarca de la empresa Odebrecht apeló a esta fórmula y confirmó a los investigadores del Lava Jato las coimas que se pagaron en la Argentina para extender los gasoductos en nuestro país.
Faría dio información ante los fiscales e involucró al por entonces presidente de la Cámara de la Construcción argentina, Carlos Wagner, quien fue interlocutor de Flavio Bento e Faría, número uno de Odebrecht en el país.
La confesión de Faria quedó documentada en una serie de videos judiciales que presentó La Nación en su versión web y muestran las maniobras de la compañía brasileña y la cooperación de los empresarios argentinos para concertarlas.
En uno de los videos, el ex jerarca de la empresa constructora confesó que “andaba todo bien” hasta que murió Néstor Kirchner y allí todo cambió: “Lo primero que decidimos hacer es dejar de pagar”.