Tras la muerte del cabo Benítez, el efectivo que efectuó el disparo fue acusado de homicidio dolo eventual. El procurador general Jorge Canteros sostuvo que al momento del disparo, el policía estaba jugando con el arma.
Jorge Canteros, informó este viernes que el suboficial de la Policía que mató al cabo primero Juan Alfredo Benítez está imputado por «homicidio dolo eventual agravado por el uso de arma de fuego», que es un delito no excarcelable.
El funcionario judicial indicó que de acuerdo un testigo presencial del hecho, que es un hombre que estaba realizando la limpieza de la sala de la Comisaría 12ª donde ocurrió el hecho, el efectivo “estaba jugando con el arma reglamentaria”, y que en ese momento se produjo el disparo que dio en el tórax del cabo primero, quien falleció un par de horas después en el hospital Perrando.
Canteros sostuvo que con estos elementos, la fiscal Ana González de Pacce entiende que el efectivo no tuvo intención de matar a su compañero, pero que sin dudas sabía que manipulando el arma de esa manera podía provocar la muerte a otra persona.
Los otros testigos, que estaban en la comisaría, pero que no fueron presenciales porque se encontraban en otras oficinas, declararon que no hubo discusiones, ni gritos, ni peleas, en los momentos previos al disparo. Esto refuerza la hipótesis de que no fue intencional, pero no exculpa al acusado de la negligencia en la manipulación del arma.
En ese sentido, el procurador coincidió con el jefe de la Policía, Ariel Acuña, respecto de que es muy difícil, o casi imposible, que una pistola 9 milímetros como la que usan los policías se dispare accidentalmente. “Ni con un roce involuntario, ni siquiera con un golpe, puede dispararse. Un arma así sólo se acciona si se aprieta el gatillo”, sostuvo el pasado jueves en declaraciones radiales.
El autor del hecho prestaba declaraciones de imputado el jueves por la tarde, ante la fiscal que entiende en la causa.