El Instituto de Capacitación Política Juan Domingo Perón presentó este lunes en la sede del Partido Justicialista la segunda conferencia del ciclo organizado con motivo de su décimo aniversario. La charla contó con una gran concurrencia.
El presidente de la institución, Julio Sotelo, presentó la mesa que el intendente Jorge Capitanich compartió con Roberto Feletti, secretario de Economía y Hacienda del Municipio de La Matanza, y Daniela Torrente, economista y docente de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
En la conferencia, el ex gobernador Jorge Capitanich dijo que el gobierno de base conservadora de Cambiemos propende a una crisis autoinflingida, y fundamentó esa afirmación al poner en evidencia problemas como la disminución de recursos, la transferencia de pobres a ricos, la desregulación del sistema cambiario, la fuga de capitales, la apertura indiscriminada de la importación, el déficit de cuenta corriente, la dolarización de las tarifas y el combustible y el aumento de la pobreza e indigencia.
Tras marcar contrastes como la extensión del Impuesto a las Ganancias mientras muchos trabajadores se quedaron y quedarán sin trabajo, la liberalización del mercado cambiario aunque para la población no hay posibilidad de comprar dólares, Capitanich presentó curvas que demuestran el incremento en la importación de bienes de consumo, la perspectiva de aumento de la tasa de inflación del actual 25 a un 30 por ciento, el descenso del empleo industrial, la baja de las ventas minoristas, el incremento del costo del salario familiar y la rebaja del poder adquisitivo de los salarios.
UNA CRISIS AUTOINFLINGIDA POR EL GOBIERNO
Para profundizar en el concepto de crisis autoinflingida, referida a la estrategia de desfinanciar al Estado nacional con el agravante del endeudamiento, el intendente de Resistencia cuestionó la baja de tributos como las retenciones (con la que los sectores que retienen soja especulan del mismo modo que lo hacen con el tipo de cambio) y recordó que el presidente Mauricio Macri aumentó el déficit fiscal y la deuda en dólares cuando estuvo al frente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (de la misma manera que lo hace en la provincia la gobernadora María Eugenia Vidal).
“Lo que han hecho es un desastre”, resumió Capitanich, y agregó que “el problema es el FMI y sus consecuencias directas” como la caída de la economía, la reducción del P.B.I. y el aumento de la tasa de inflación. “Este gobierno ha agotado todo su capital y no genera confianza. Si aún con el FMI no logra reducir la incertidumbre puede producir el extremo de la dolarización y eso sería letal para la República Argentina”, alertó.
LA SOLUCIÓN: UNA ECONOMÍA DE BASE PERONISTA
“Nuestro pueblo no puede esperar”, subrayó en el último tramo de su conferencia, y consideró que la posición del peronismo debe ser “más firme y coherente que nunca porque sabemos que el FMI implica ajuste recesivo, exclusión social y pobreza”. Así llamó a expresar la rebeldía de la población, teniendo en cuenta que “una economía de base peronista garantiza la generación de valor agregado con empleo y crecimiento de la actividad económica para que los ciudadanos accedan a un mayor bienestar”.
Defender el precio de los alimentos, proteger el bolsillo de la familia, potenciar el mercado doméstico y un tipo de cambio competitivo forman parte de los deberes que Capìtanich enumeró para construir una alternativa que devuelva al país independencia económica, soberanía política y justicia social, como lo propugnan las banderas del justicialismo. “Es lo que necesitamos en Argentina. Y el FMI es todo lo contrario”, advirtió.
MÁS DEUDA, MENOS BIENESTAR SOCIAL
La conferencia, titulada “Situación Económica Argentina. FMI: Exigencias y Consecuencias” se inició con la participación de Daniela Torrente, quien realizó un pormenorizado repaso por las medidas tomadas a partir de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional en distintos tramos de la historia reciente de la Argentina y el correlato en la estructura económica y productiva, como consecuencia de la concentración de capital financiero en intereses extranjeros.
Torrente expuso cómo la fuga de capitales produjo perjuicios en el bienestar económico social de la Argentina, con índices como el aumento de la población debajo de la línea de pobreza del 27 al 35 por ciento y el descenso de la participación de la masa salarial en el Producto Bruto Interno del 46 al 36 por ciento entre la década del `90 y la crisis del 2001, y señaló la incidencia en esa situación del rol jugado por los organismos internacionales de crédito. “Hasta el 2001 nuestro país era un ejemplo en seguir las recomendaciones del FMI”, cuestionó.
Después de resaltar el cambio que se produjo en el año 2003 cuando el ex presidente Néstor Kirchner tomó la decisión de cancelar la deuda con el FMI, la profesora universitaria advirtió que ahora “revivimos épocas de ajuste” para solucionar la rentabilidad de grandes grupos empresarios. “Los problemas que tiene la Argentina de infraestructura y déficit comercial –concluyó-, atacados con las recetas del FMI significan más ajuste, recorte de obras y en el plano previsional, mucho sacrificio en los sectores más vulnerables de la sociedad”.
“EL MODELO DE CAMBIEMOS ESTÁ AGOTADO”
En el tramo final de la conferencia, Roberto Feletti hizo un repaso por los anteriores períodos de endeudamiento de la Argentina, del ’77 al ’82 y del ’95 al 2001, caracterizados por cuenta corriente deficitaria, desbalance comercial, salida de capitales y financiamiento con deuda, y reprochó al modelo de Cambiemos haber pasado de un país que estaba desendeudado a una deuda en 100.000 millones de dólares sin contar Lebacs. “Este gobierno endeudó 17 puntos del PBI”, resumió el economista.
El secretario de Economía y Hacienda del más importante de los municipios bonaerenses afirmó que “el modelo de Cambiemos está agotado” y lo observó particularmente en el contexto internacional, donde “ningún país de economía medida tiene acuerdo con el FMI y los que lo hicieron la están pasando bastante mal”. “Es un mal momento para hacerse multilateral”, definió, poniendo un cuestionador signo de interrogación en la idea de insertarse en el mundo con déficit comercial.
“EL PUEBLO VUELVE A MIRAR AL PERONISMO”
Feletti comparó el modelo del actual gobierno con el del menemismo, y recordó que hasta aquél creció en los años posteriores a las privatizaciones, mientras que ahora, con 52.0000 millones en dos años, la economía solamente creció medio punto. “No es posible sostener el desequilibrio en la balanza comercial y en cuenta corriente de la balanza de pagos”, insistió y reprochó al macrismo haber hecho “una apropiación de recursos en contra de los trabajadores y determinados sectores empresarios a favor de la fuga de capitales”. Por último, sostuvo que “cuando la renta financiera va por arriba de la renta productiva estamos fritos”, avizoró que “estamos de cara a una crisis que se va a agudizar” y valoró que “el pueblo vuelve a mirar al peronismo” porque “el FMI es un mal recuerdo para los argentinos”.