En la tarde del viernes, la Delegación Regional de CGT Chaco recibió a Jorge Acuña, quien también integra el triunvirato de la CGT Nacional. Durante la ocasión, el dirigente analizó el último y expuso su visión sobre la situación actual del país.
El titular del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, Garages, Playas de Estacionamiento y Lavaderos estuvo acompañado por el secretario general de la delegación Chaco, Andrés Dumont, junto a quien brindó detalles relacionados al presente de la confederación, entre otros temas de importancia.
Al hablar con la prensa Acuña dijo estar contento de visitar al Chaco a la que consideró su provincia ya que nació justamente en la capital chaqueña y vivió mucho tiempo en Barranqueras.
“Es un honor visitar la sede de la CGT local y poder dialogar con los compañeros sobre el trabajo que estamos haciendo y recoger el trabajo que se hace a nivel local, en el medio de esta incertidumbre y este Gobierno que nos lleva a un camino de quedarnos sin trabajo todos prácticamente” señaló.
Acuña analizó que “las pymes están mal, la industria está mal producto de la indiscriminada importación que ingresa al país y eso va en contra del mantenimiento de los puestos de trabajo”.
Explicó que la última medida de la CGT fue para protestar por la política económica del Gobierno nacional y adelantó que es muy probable que haya movilizaciones y nuevos paros en los próximos meses si no se corrige el rumbo. Ojalá que hagan las cosas bien y den respuesta a lo que piden los trabajadores a pesar de que nunca han escuchado. El paro fue una expresión de desahogo”.
El dirigente analizó al último paro de la CGT como muy contundente aunque reconoció que fue también como efecto del cansancio que tiene la gente con el Gobierno nacional y el mal humor social.
También hizo una crítica por el acuerdo que hizo la administración de Macri con el FMI: “Ahora están contentos porque entramos al mundo y el Fondo Monetario nos presta 15 mil millones de dólares pero resulta que en una corrida cambiaria se fueron 11 mil. Hay que cambiar la política porque no puede ser que se perjudique la industria nacional. El país no está bien y lo peor es que los gobernantes ya se creen su propia mentira”.
Por último hizo un pronóstico muy poco alentador: “Dicen que lo peor ya pasó, pero estamos cada vez peor, parece que nunca tocamos fondo”.