Durante la jornada de hoy, en el marco de las exposiciones que se llevan a cabo en la Cámara Alta previo a la votación del mes que viene, un total de 25 sacerdotes pidió que se cuiden «las dos vidas». Uno de los presentes fue Pepe Di Paola, quien considera negativa la iniciativa para despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo.
Los ‘curas villeros’, como se los conoce públicamente, ratificaron sus acciones de acompañamiento a las madres en situación de riesgo de aborto, especialmente en poblaciones vulnerables.
«Hemos visto con dolor como la Cámara de Diputados de la Nación sancionó por escasos votos el Proyecto de Ley de ‘Interrupción voluntaria del embarazo’, un eufemismo para dar media sanción al Aborto en nuestras tierras», afirmaron.
Tras «renovar el compromiso con la lucha por la Cultura de la Vida y los derechos humanos», manifestaron que esperan que «los senadores puedan dar cuenta del inmenso valor que tiene toda vida humana, la de la madre y la de la niña o niño por nacer; proponemos una respuesta concreta a la dificultad de las jóvenes y adolescentes de nuestros barrios que llevan adelante embarazos de riesgo o incluso no deseados ni planificados».
«Creemos firmemente en la necesidad de cuidar de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte. Siempre cada ser humano será el rostro de Dios, más allá de su fragilidad», sostuvieron mediante un comunicado.
Por último sentenciaron que se necesita «una respuesta concreta a las necesidades de nuestras villas y barrios populares, allí donde la vida se lleva adelante pese a las dificultades», mediante centros denominados “Hogar del abrazo maternal», en los que las mismas mujeres de las comunidades acompañarán que las que tengan embarazos de riesgo, o inesperados, y en situación de vulnerabilidad.
