Es posible que utilices tu microondas a diario para calentar la comida, o quizás eres del bando contrario, aquellos que rehúyen del uso del mismo “porque destroza las vitaminas y el valor nutricional de los alimentos”. ¿Qué hay de verdad y de mito en tal afirmación?
De esto va precisamente la última pieza de los chicos de SciShow, quienes pasan a desgranar lo que los estudios han averiguado acerca del uso del microondas como horno de casa.
La respuesta corta es sí. El microondas cambia el valor nutricional de nuestros alimentos, sin embargo, también lo hace cualquier otro método de cocina. En realidad, al cocinar alimentos en el microondas se deshace de menos nutrientes que otros métodos que todos damos por “mejores” como hornear o hervir.
Veamos. Cuando precalientas un horno, las bobinas de los alambres calientan y luego transfieren esa energía a las moléculas de aire, así que se están moviendo más. Ese movimiento es energía térmica y, por ejemplo, cuando pones una pizza congelada, las moléculas de aire chocan con la comida y transfieren calor desde el exterior hacia adentro.
En el caso de los microondas, cocinan los alimentos usando radiación electromagnética. Esto significa que las ondas están cambiando los campos eléctricos y magnéticos, lo que hace que afecte especialmente a las moléculas como el agua, que es polar, con diferentes cargas en diferentes partes.
Cuando estás calentando en el microondas las sobras, las moléculas polares siguen volteándose para alinearse con los campos cambiantes, y se calientan. Dicho de otra forma, el microondas pasa por todo tu burrito, por lo que el centro se calienta al mismo tiempo que el exterior. Sin embargo, el aire realmente no cambia durante el proceso de calentar, principalmente porque esas moléculas son en su mayoría no polares.
En cuanto a la gran pregunta, cuando las personas se preocupan por los nutrientes en su comida, realmente podrían significar todo tipo de cosas. Hay carbohidratos y proteínas, o cosas como las vitaminas, compuestos que tenemos que comer porque nuestros cuerpos no pueden hacerlos de forma independiente.
Todos esos productos químicos cambian cuando están en el microondas. Sin embargo, no cambian mucho de como lo harían con otros métodos de cocina. El calor puede cambiar las proteínas en una forma que los hace más fáciles de digerir, aunque hay diferencias.
Al igual, los microondas pueden calentar cosas mucho más rápido que otros electrodomésticos. Ocurre que eso es importante para las vitaminas de la comida, que se descomponen más cuanto más tiempo están expuestas al calor. La vitamina C es particularmente sensible a calentar, por lo que un tiempo de cocción más rápido significa que se queda más tiempo.
Algunas vitaminas también tienden a disolverse en el agua, por lo que si estás hirviendo tus vegetales, esas vitaminas se absorben en el líquido. Sin embargo, los microondas también evitan ese problema. De hecho, un grupo de investigadores analizó de cerca el brócoli cocinado de diferentes maneras, y midió su contenido de vitamina C, junto con otros nutrientes.
En sus resultados observaron que hervir el brócoli llevó a la pérdida de 33% de su vitamina C. Sofreírlo tomó un 24%, mientras que el microondas solo llevó a una pérdida del 16%. De todos, la cocción al vapor fue en realidad el método más eficiente, donde casi nada de la vitamina C desapareció.
En cualquier caso, el microondas del que tan mal se ha hablado muchas veces, quedó en segundo lugar. Por tanto, podría decirse que la herramienta de cocina más conveniente en la mayoría de ocasiones también es una de las mejores maneras para mantener algunas de las vitaminas en tu comida.
Y encima es capaz de hacer palomitas.
Fuente: Guizmodo[SciShow]