El senador chaqueño Ángel Rozas fijó postura de cara a la votación por la despenalización del aborto, anticipando que no acompañará el proyecto que corre serio riesgo de caer.
El chaqueño aseguró que lo empujó a esta decisión una convicción personal y que votará en contra de la interrupción voluntaria del embarazo porque entiende que en estas circunstancias hay dos derechos humanos fundamentales en juego, uno el derecho a la vida del embrión y el otro el derecho que tiene la mujer a disponer libremente de su cuerpo.
Ante esta afirmación, en el Senado la votación para quienes bregan por la legalización se encuentran tres votos en desventaja.
Los dubitativos son José Alperovich, Omar Perotti (Justicialismo) y el salteño Juan Carlos Romero (interbloque federal). Miguel Pichetto y Humbero Schiavoni, jefes del PJ y el PRO y activos miembros de la campaña verde, buscaban desde este mediodía robar votos del otro bando para la ley no se caiga. Un empate es derrota, porque Gabriela Michetti anunció que definirá por el no.
A la novedad de Rozas se suman las declaraciones de la senadora santacruceña María Belén Tapia, que avisó que rechazará «completamente» el texto que aprobó Diputados, con lo cual tampoco se sumará a un proyecto con cambios como ahora empuja Pichetto. La dirigente radical despejó así algunas dudas que surgieron en los últimos días sobre su posición. Otro radical que el fin de semana se inclinó por el «no» fue el pampeano Juan Carlos Marino.
Por la tarde se sumó al lote del rechazo Blas. «Luego de haber analizado el proyecto en revisión, he concluido en no acompañar el mismo por considerar que no se limita a la despenalización del aborto, sino que legisla sobre la legalización sin límites razonables en su implementación y acceso a la práctica», señaló la catamarqueña, en un escueto comunicado de prensa.
Con la confirmación de Carlos Reutemann y Carlos Menem entre los celestes (se dudaba sobre su presencia), los verdes quedaron al filo de la derrota y aún deben resolver que dictamen presentan mañana, porque el grupo que exige cambios ya no puede ser ignorado para la firma del dictamen de este miércoles.
