La piel es única y debemos protegerla. Ella no miente y fácilmente nos deja en evidencia cuando no recibe el tratamiento adecuado.
Una dermis descuidada da cuenta de deshidratación, falta de higiene y carencia de humectación, que pasan factura acelerando el envejecimiento.
En el caso de las mujeres, por tratarse de capas más finas y sensibles, no cuidarla le resta flexibilidad y resistencia, dejándola más propensa la flacidez, manchas y arrugas.
Existen muchísimas formas de resguardar su apariencia, desde tratamientos con químicos y aparatos ideados para tal fin, hasta cosméticos y remedios preparados en casa, que ayudan a corregir las imperfecciones, sanar los daños cutáneos y regalan frescura.
¿Cómo cuidarla?
No pierdas detalle de los siguientes tips que Nu Skin plantea para que tu piel luzca saludable.
- Limpia tu cara diariamente: es la única forma de lograr frescura y suavidad. Un rostro aseado respira a través de los poros. Antes de dormir, es fundamental retirar la suciedad de la cara. Usa agua fría y si eres de dermis sensible son mejores los productos suaves. Seca con una toalla mediante toques leves. Si tienes spray de agua termal, no dudes en rociarte.
- No prolongues tanto tu baño: si eres de las personas que prefiere el agua caliente, reduce tus minutos en la ducha. Temperaturas elevadas sacan los aceites naturales de la piel; en todo caso, es mejor tibia.
- Exfolia por lo menos una vez a la semana: no olvides que la piel pasa por un proceso de regeneración diario, entonces hay que eliminar las células que ya murieron. Para lucir una dermis suave y brillante, la exfoliación es clave. Natural o química, sus partículas porosas arrastran los desechos y asean en profundidad.
- Cuidado con la dieta: procura ingerir proteínas magras, vegetales, frutas y cereales integrales. Estos contienen antioxidantes que benefician tu piel. Olvida la comida chatarra.
- Evita el cigarro: este vicio estrecha los vasos sanguíneos de las capas más externas de la dermis, afectando que fluya el oxígeno. Además, apura la aparición de arrugas y cambia el tono de la tez.
- Cúbrete del sol: los rayos UV dañan la piel y propician las manchas oscuras. Conviene usar un protector solar que garantice hidratación, son preferibles las presentaciones en crema.
- No aprietes tus granos: aunque son desagradables, cuando los veas en el espejo, contrólate. Si los extraes con tus uñas, ciertamente saldrás de ellos, pero lo más probable es que ganes una inflamación y empeores la apariencia. La consecuencia será una marca horrible en el cutis.
- Bebe agua: el líquido llega a los mantos más internos de la piel, aportando brillo y lisura a su textura. Con litro y medio, o dos al día, verás la diferencia.
- Terapia del descanso: dormir es reparador. Cuando nos relajamos colaboramos en la perfección de la piel y el reordenamiento de las células y tejidos. Si no descansamos las horas necesarias (al menos seis por día), la apariencia de vejez nos ganará el paso.
- Escoge bien tus cosméticos: no te enamores de los que están de moda, sin fijarte qué tan beneficiosos o dañinos pueden ser para tu piel. Desde maquillaje, hasta jabones y cremas corporales generan efectos distintos, de acuerdo con el tipo de dermis. Asegúrate de seleccionar los que no te perjudiquen.
- Ejercítate: con los años, la piel ya no es tan firme. Si queremos tonificarla, es necesario hacer ejercicio. Cuando practicamos algún deporte o realizamos actividades físicas mejora la circulación de la sangre, endurecemos los músculos y le damos forma a la piel.
Aplica estos consejos y presume tu dermis saludable.