En su primer pronunciamiento tras la sesión que culminó en la madrugada de este jueves, los obispos afirmaron que la Iglesia participó del debate «procurando un diálogo iluminador sin considerar enemigos a quienes pensaran distinto».
«Queremos agradecer a tantos hombres y mujeres, a los senadores y organismos e instituciones que se han pronunciado en defensa de la vida. Agradecemos especialmente el testimonio de los pobres, que siempre nos enseñan a recibir la vida como viene y a saber cuidarla porque es un don de Dios», afirmó la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).
En su comunicado, la Comisión Ejecutiva de la CEA expresó que, en el marco del debate sobre el aborto en el Congreso, «el diálogo ecuménico e interreligioso ha crecido en este tiempo aunando esfuerzos para proteger la vida, desde la concepción hasta la muerte natural».
«Se trata ahora de prolongar estos meses de debate y propuestas en la concreción del compromiso social necesario para estar cercanos a toda vida vulnerable. Nos encontramos ante grandes desafíos pastorales para anunciar con más claridad el valor de la vida: la educación sexual responsable, el acompañamiento a los hogares maternales surgidos especialmente en nuestros barrios más humildes para acompañar a mujeres embarazadas en situaciones de vulnerabilidad y la atención a personas que han pasado por el drama del aborto», puntualizaron los religiosos.
El documento llevó la firma del presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea, obispo de San Isidro; del vicepresidente primero, cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina; del vicepresidente segundo, monseñor Marcelo Daniel Colombo, arzobispo electo de Mendoza, y del secretario general, monseñor Carlos Humberto Malfa, obispo de Chascomús.