La Ley de IVE no tuvo dictamen y el senado la tratará sin modificaciones

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La ley de aborto no obtuvo dictamen en el Senado por la oposición de los «Provida» pero será tratada en el recinto el próximo 8 de agosto y los verdes creen que podrán aprobarla con cambios.

Se pondrá en tratamiento el proyecto aprobado en Diputados el 13 de agosto y no el modificado por Miguel Pichetto con las sugerencias de los senadores por Córdoba, que ya reúne 32 aliados contra 35 en contra. Si ese grupo, que hoy se movió en bloque, logra pasar al frente, podrá aprobar en general el texto de la Cámara baja y modificarlo en particular. Les queda una semana para sumar.

Claro que antes los celestes deberán habilitar el tratamiento (se necesitan dos tercios de los presentes) y si bien garantizaron que lo harán, el arma para obstaculizar el debate estarán en sus manos.

Este miércoles frenaron el dictamen con una maniobra reglamentaria: no firmar uno de rechazo, como se esperaba, y así impedir que sus rivales presentaran el suyo. Para que algún despacho tuviera validez, hace falta la voluntad de la mitad más uno de los senadores de las tres comisiones y nadie los tenía.

La jugada la pergeñaron por la noche los principales referentes de este grupo: José Mayans (Justicialismo), Silvia Elías de Pérez, Olga Brizuela y Doria (UCR), Esteban Bullrich y Federico Pinedo (PRO).

Si bien lo celebraron como un triunfo, lo cierto es que tampoco hubieran podido imponer un dictamen de rechazo porque al menos dos de los tres ausentes los contabilizan como propios: Adolfo Rodríguez Saá y el santiagueño Gerardo Montenegro.

La otra silla vacía fue la del salteño Juan Carlos Romero, uno de los indecisos junto a los peronistas Omar Perotti y José Alperovich, que anunció por twitter que no anticipará su voto, pero repudió las pegantinas en su contra de los provida.

Enterado de la artimaña, ni bien comenzó el plenario de comisiones Pichetto jugó una carta: citó el artículo 180 del reglamento que señala que para dictaminar «la mayoría absoluta se computa sobre el conjunto de los integrantes de todas las comisiones participantes».

Federico Pinedo le recordó que el 105 señala que para emitir al menos un dictamen «se requiere la firma de por lo menos más de la mitad de los miembros que reglamentariamente integran cada una de ellas».

El debate giró en torno a cómo contabilizar los votos de los senadores que integraban dos de las tres comisiones del plenario: Salud, Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales.

El kirchnerista Marcelo Fuentes y Pichetto exigían que sean votos dobles y así con 27 firmas podía validar el dictamen, pero el radical Mario Fiad, a cargo del plenario, los frenó: «Hacen falta la mayoría de firmas de cada una de las comisiones», interpretó.

«En tal caso puede resolverse en el pleno del recinto. Tenemos que dejar claro que hay una propuesta y del otro lado no tienen nada», lo desafió Pichetto, pero no tendrá muchas chances, porque su despacho, finalmente, obtuvo 26 firmas. «No son suficientes», le enrostró Fiad.

Hubo varias señales como el respaldo al texto modificado del chubutense Mario País, peronista y leguleyo como pocos. «El control de la Constitución lo hace la Corte», se defendió. También se anotó por el sí el chaqueño Eduardo Aguilar, que pidió cambios hasta ayer.

Del otro bando, Mayans y Elías de Pérez fueron los más vehementes. «Ahora me entero que hablan de un presupuesto y no nos dejaron que la comisión lo tratara», se indignó. «El 8 vamos a ir a discutir al recinto porque le aborto no es bueno para nadie. Vamos a dar esta última batalla para defender la vida», finalizó la tucumana.