El extraño hecho fue informado por un sujeto que pasaba por el cementerio Arcángel San Rafael y notó que la puerta de un panteón estaba forzada. La policía y los bomberos dieron aviso a la familia Fretes, propietaria de la edificación, y luego se dieron cuenta que había pasado lo mismo en otro sector del predio.
Los panteones violentados están ubicados sobre calle Brasil, y fue en esa zona donde el testigo advirtió la situación.
De inmediato los efectivos notificaron de lo sucedido a Marcela Fretes, familiar de Guillermo “Yiyo” Fretes, quien falleció el 7 de diciembre de 1998 y de quien los restos estaban dentro del cajón profanado.
Al acudir al lugar constató que estaba violentada la puerta del panteón y, a su vez, la puerta del lugar que contiene el féretro con los restos de su hermano.
Además, notó que otro panteón cercano se encontraba en situación similar y al radicar la denuncia policial, dio aviso de esta situación y se trataba del panteón de la familia Rolhaiser-Luzzi, matrimonio de ingenieros agrónomos que, al igual que Fretes fallecieron como producto de sendos accidentes de tránsito. Por ello fueron informados los familiares que también radicaron la denuncia pertinente.
Según lo que se observó en el lugar, sólo sufrieron violencia las puertas para su apertura y las tapas de los féretros; en ellos se notó la remoción de la tapa y rotura de chapa en el primer caso en el que extrajeron el tul que cubría el cuerpo y, en el segundo, solo habrían quitado la tapa sin quitar la chapa de cierre y no se comprobó la ausencia de ningún elemento.
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Con información de Diario Norte.