Con su intención de ser el sucesor de Domingo Peppo, el precandidato a gobernador visitó Quitilipi, donde aprovechó para «pegarle» al mandatario provincial, aunque omitió aclarar el rol del gobierno de Mauricio Macri -del cual es socio político- en la dura situación que atraviesa la provincia.
Tiene una meta Carim Peche: ser el próximo gobernador del Chaco. Y para eso tiene una técnica que en política es infalible, que es la de pegarle al rival de turno, más aún cuando el momento que atraviesa la política dista mucho de ser bueno.
“Estoy recorriendo el Chaco porque quiero ser gobernador de la provincia, la única manera que conozco de trabajar es de cara a la gente. Lo hice cuando fui intendente durante ocho años de Presidencia Roque Sáenz Peña, lo hago como legislador y lo haré como gobernador, porque para tomar dimensión de los problemas y solucionarlos hay que conocerlos de cerca”, dijo el legislador que lleva varios períodos en la Legislatura.
“Hay mucha preocupación en el sector docente por la falta de diálogo por parte de las autoridades provinciales, es como si no les importara que el año pasado se hayan perdido casi 100 días de clase y que este año vayamos por el mismo camino. Se les están negando a nuestros niños y jóvenes igualdad de oportunidades y a los docentes la posibilidad de discutir un salario acorde a la inflación. Lo mismo ocurre con la salud, falta de elementos de trabajo, de medicamentos, malas condiciones edilicias, y eso no está bien, si no se puede garantizar derechos mínimos como educación y salud es porque algo no se está haciendo bien”.