Fue a través de un agente encubierto que se hizo pasar por un cliente para revelar el accionar delictual de la organización.
El Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich realizó un millonario golpe a los desarmaderos en la provincia de Santa Fe. Fue tras un megaoperativo efectuado por la Policía Federal, que detuvo a 13 miembros de una banda e incautó un millón de autopartes y 950 rodados en proceso de desguace.
“La cooperación entre la Nación y la provincia de Santa Fe brinda resultados importantes en la lucha contra los delitos complejos. Detrás de los desarmaderos, muchas veces se esconden hechos de sangre que alarman a los ciudadanos”, aseguró la ministra Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
Los allanamientos se dieron en el marco de una investigación llevada a cabo por la Dirección Nacional de Investigaciones a cargo de Rodrigo Bonini y por la Delegación Rosario de la Policía Federal, fuerza que conduce Néstor Roncaglia, la cual determinó que en un comercio de venta de repuestos se vendían autopartes ilegales a varias partes del país.
El modus operandi era el siguiente: cobraban los repuestos en el local y derivaban a los clientes con un papel informal de pago, para el retiro del material a un depósito – desarmadero- ubicado a pocas cuadras del lugar.
Para evidenciar la operación de la banda, con conocimiento de la fiscalía actuante, un detective encubierto realizó una compra controlada con dinero «marcado», simulando ser cliente y retirando el material ilegal en el desarmadero de entrega.
Tras los allanamientos, los detectives incautaron más de un millón de autopartes, 948 vehículos en proceso de desguace, un revólver calibre 32 largo, y una escopeta 1270 semiautomática (todos las armas con municiones).
Intervino la Fiscalía a cargo del Dr. Ezequiel Hernández responsable de la UFE Delitos Complejos de Santa Fe.