Desde la universidad advirtieron que el índice está en los mismos niveles que en la década del ’90. Si el escenario no se modifica, la indigencia pasaría a afectar a uno de cada diez argentinos.
Impulsado por la devaluación, el índice de pobreza se ubicaría en torno al 33% y, si el escenario no se modifica, la indigencia pasaría a afectar a uno de cada diez argentinos, advirtió Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
«La indigencia estructural en la Argentina, por lo menos en los últimos 10 años, ronda entre 5% y 6%: 2 millones de habitantes no llegan a cubrir la canasta básica alimentaria», advirtió el especialista.
Así lo dijo al participar del Ciclo de Conferencias «Cómo pienso a la Argentina», organizado por el Rotary Club de Buenos Aires.
«En nuestras mediciones, el máximo anterior de pobreza en la última década fue 32-33% tanto en 2010, como en las devaluaciones de 2014, y en 2016, es decir que ahora se aproximaría a los peores momentos de los últimos diez años», puntualizó.
Indicó que la situación social es parecida a la época del ’90 y aseguró que «hay algo que no parece modificarse en la Argentina: este mismo patrón se repite en la pobreza estructural, la cual en los mejores momentos económicos, no baja del 25%».
«Un cuarto de la población argentina se encuentra en situación de postergación económica», sostuvo Salvia, y alertó que «si este escenario no se modifica, la indigencia pasaría a uno de cada diez argentinos».
Precisó que «uno de cada tres hogares tienen prestaciones o programas de transferencias sociales» y aseguró que «en los últimos 10 años aumentaron los programas pero la pobreza igualmente está estancada».
«Un cuarto de los argentinos están por fuera del sistema de seguridad social. Argentina es vulnerable, un tercio no vive bien y está desprotegida», sostuvo.
Según los datos de la UCA, el 62% de los hogares del país tienen al menos una carencia y el 38,5% dos o más.
El investigador explicó que «hay sectores de la pobreza, denominados aspiracionales, que no quieren salir de su situación con un plan sino con trabajo», y añadió que «hay otros que lo necesitan pero no acceden por extrema marginalidad».
«Pensemos que la Argentina que viene no es una Argentina fácil, y lo que viene no viene naturalmente, porque lo que viene naturalmente es una versión ampliada de esto. En cualquiera de los modelos político económicos de la última década éste es el resultado. No es muy óptimo», graficó en declaraciones relevadas por Noticias Argentinas.
Destacó la necesidad de cambiar de rumbo porque, «a pesar de los esfuerzos, seguimos teniendo el 5% de indigentes y el 25% de pobres».
Fuente: Iprofesional