Corrientes: el Gobierno de Capital contrató empresas para realizar trabajos que podrían hacer los agentes municipales

Corrientes

La Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, bajo gestión del intendente Eduardo Tassano, decidió que entidades privadas presten algunos servicios que -habitualmente- deberían ser llevados a cabo por los empleados de la comuna. Entre las tareas se incluye, por ejemplo, la limpieza de cunetas y mantenimiento en la vía pública. El costo, según las disposiciones informadas en el Boletín Oficial, es verdaderamente abultado.

En los documentos publicados durante el mes pasado, puntualmente en el Boletín N° 3.048, se dispuso la contratación de varias empresas privadas por $18,2 millones bimensuales, $109,2 millones por año, con la finalidad de hacer trabajos de cuneteo y limpieza de pastizales en distintos puntos de la ciudad.

En cálculos, esas cifras permitirían el depósito de 743 salarios mínimos municipales ($12.243) por mes para cada agente del municipio. La importancia de remarcar ese detalle tiene que ver con que son estos empleados municipales quienes realizaron siempre dichas tareas.

Esto se da en el marco de un avance del Gobierno nacional -y sus aliados en las provincias y ciudades- contra los trabajadores, aunque con el fundamento de reducir el déficit y el gasto público con mayores impuestos; ajustes, despidos y medidas como la eliminación del Fondo Sojero. Pero paradójicamente hay fondos para pagar a empresas privadas.

Las disposiciones exponen la contratación de 4 empresas por casi$18.208.020 bimensuales, que sumarán $109.248.120 por año, para limpiar “cunetas a cielo abierto” y hacer “desmalezamiento”. El contrato se renueva cada dos meses y la Municipalidad le entrega, a cada empresa, 30% de la plata por adelantado antes de que empiecen el trabajo.

Pero la transparencia no termina de ser completa, ya que no se comunican detalladamente los roles que tendrán las empresas y el municipio en lo referido a cuestiones operativas como los elementos que aportará cada uno; y mucho menos los lugares específicos de la ciudad en los que se ejecutarán las tareas.

Mientras tanto, el gasto termina siendo doble: los agentes que conservaron sus puestos cobran su salario -como lógicamente deben hacerlo- y también lo hacen las empresas privadas tras un convenio que termina siendo muy beneficioso para ellas.