Se trata de un establecimiento privado de Curuzú Cuatiá, único en la región pero que -según contaron sus dueños- podría cerrar por no poder solventar los costos del mismo.
En tal sentido, mediante una carta, Elena Bonatti, mentora del Centro Oncológico manifestó la decepción del proyecto debido a la ausencia de la voluntad política de quienes ya debían poner en marcha la institución. La misma expresa:
“Estas jornadas están dedicadas al cáncer, a como combatirlo, curarlo, aguantarlo y convivir con esta enfermedad. Como todos saben, yo quise construir el centro oncológico aquí en Curuzú como mi pequeño aporte a la lucha contra cáncer.
Pero ahora les quiero hablar de otro tipo de cáncer, que nos acompaña y afecta no solamente a nosotros los enfermos debe cáncer, sino a toda la sociedad: la indiferencia, la mezquindad, la incapacidad de unirse para hacer un frente común contra esta cruel enfermedad.
Ya sabemos que este centro ha sido más bien un obstáculo para muchos.
Conocemos –o mejor dicho eh sufrido- la total indiferencia de la clase política hacia el centro oncológico, he enviado a la gobernación de la Provincia de Corrientes muchas cartas, algunas de las cuales han demorado hasta tres meses en contestar. He recibido buenas palabras tiradas al viento; una ley que regularía el funcionamiento del centro aun pendiente de reglamentación porque la Provincia en Marzo cambia de idea y decidió no hacerse cargo del centro.
¿Quieren saber si esto funcionara? No lo se. Yo ya compre todo el equipamiento necesario así como también todas las maquinas de ultima generación, que están en un deposito desde febrero de 2018 a la espera de la inauguración del centro, que a esta altura ya no se si tendrá lugar.
Para graficar la indiferencia de la administración les doy un ejemplo que habla por si solo: habiéndome pedido rehacer los quirófanos y construir la nueva sala de esterilización del Hospital Irastorza, forme un contrato con el Gobernador de la provincia de aquel entonces, en el cual me comprometí a realizar los trabajos por un total de 400.000 dólares y la provincia asumió el compromiso de equipar los quirófanos, la sala de esterilización, la unidad de terapia intensiva, etc.
Mi director de obra, Marcos Huber, tuvo que poner el cuerpo y detener el trabajo de los técnicos de una empresa contratista enviados por el Ministerio de Salud de la Provincia, que intentaban colocar en los quirófanos dos equipos de aire acondicionado tipo Split de uso hogareño, en lugar de instalar el sistema de acondicionamiento de aire acordado y exigido por la normativa sanitaria para este tipo de establecimientos, cuyo valor es por lo menos 15 veces mas elevado que el de los equipos hogareños que pretendían instalar!!!.
Quiero decir.: una trampa, que además hubiera puesto en serio peligro la salud de los pacientes.
Más triste aún es saber que a mas de cuatro meses de terminadas las obras a mi cargo en los quirófanos y demás dependencias, éstos aún no están disponibles para los pacientes del hospital por encontrarse aún inconclusas las instalaciones del aire acondicionado de gases médicos, así como el servicio de esterilización. Parece mentira tanta desidia pero es fácil de entender cuando vemos que los políticos se hacen atender en los mejores centros privados.
Este upo de donaciones es habitual en todos los países del mundo. ¡Es una donación de 15 millones de dólares! Pero no en Argentina.
Al presidente Macri que esperaba una lluvia de inversiones, yo le contesto que en algunos casos es muy difícil que lluevan siquiera buenas Intenciones. Lamentablemente, estoy al limite de mis fuerzas y muy frustrada y disgustada con el curso de los acontecimientos. Me arrepiento de haber construyo el Centro Oncológico! La gente no tiene la culpa, pero con la falta de humanidad de los políticos que he vivido a lo largo de casi tres años, todo es imposible.
A nuestros dirigentes poco les importan los enfermos o la gente. Como políticos, la enfermedad que los aqueja es mas grave aun que el cáncer y se llama indiferencia”.