Todos los meses pasa lo mismo en distintos puntos de la provincia a la hora de cobrar sueldos o, sin ir más lejos, en fechas claves para realizar trámites de diversa índole. Las filas interminables generan malestar en los clientes y hacen perder tiempo valioso a la gente que debe pasar varias horas para pagar sus cuentas o extraer el dinero por el que trabajó.
Las imágenes que se ven en la nota ilustran claramente el panorama desalentador de la entidad bancaria en lo que respecta a la operatividad y un buen servicio para sus clientes.
Las instalaciones no dan abasto para recibir a las personas que se acercan a sacar sueldos, depositar dinero y abonar distintos bienes y servicios en los cajeros automáticos o por ventanilla.
La realidad no solo afecta a Resistencia o el Gran Resistencia, sino que también llegaron las críticas desde el interior, donde la infraestructura es insuficiente y termina perjudicando al ciudadano común que solamente necesita una buena atención.
Además cabe resaltar que el tiempo perdido no será devuelto por nadie, y corre por cuenta de cada uno la posibilidad -o no- de organizar la jornada para aprovechar un horario acorde a las necesidades y obligaciones.