El funcionario de 64 años, fue visto por última vez en China, su país de origen. Organismos de Derechos Humanos lo cuestionan por su presunta persecución a disidentes del régimen comunista oriental.
El presidente de Interpol, Meng Hongwei, no aparece desde el lunes pasado cuando viajó a China. Esto generó preocupación en su esposa quien realizó la denuncia y la policía francesa aborda la investigación.
Meng, de 64 años, accedió a la jefatura de la organización policial en noviembre de 2016 y en la toma de posesión del cargo se comprometió a «convertir el organismo policial internacional en una plataforma más potente para la cooperación entre los Estados».
Antes de asumir, Meng fue viceministro de Seguridad Pública en China y en su momento organismos de Derechos Humanos expresaron su preocupación al considerar que China podría usar al presidente de Interpol para perseguir a los disidentes del régimen comunista que viven en el extranjero.
En un comunicado, Interpol sostiene que la determinación del paradero de su presidente es «un asunto» del que se tienen que ocupar «las autoridades de Francia y China».
La función principal de Interpol, creada en 1914 y que cuenta con más de 190 miembros, es proporcionar a las fuerzas policiales una plataforma internacional para que los Estados puedan notificar información relativa a sospechosos de haber cometido diferentes delitos.