La patrulla fronteriza estadounidense ha arrojado gases lacrimógenos a un grupo de centroamericanos de la caravana que ha logrado llegar hasta el muro.
Un centenar de centroamericanos de la caravana migrante, según los cálculos de la prensa local y de varios testigos, ha intentado saltar este domingo la valla fronteriza que separa a México de Estados Unidos a la altura de Tijuana. Después de una marcha convocada por los migrantes, que permanecen instalados en albergues desde hace dos semanas en la ciudad fronteriza, un grupo importante de ellos —incluidos mujeres y niños— se separó de la multitud, y, en medio de empujones, logró sortear a la policía local y acercarse al muro.
La patrulla fronteriza estadounidense repelió al grupo desde el otro lado con gases lacrimógenos y balas de goma, según ha explicado un testigo a este periódico. Sin embargo, los agentes no pudieron evitar que un puñado de ellos se colara. Su aventura duró poco porque fueron posteriormente atrapados. Estados Unidos ordenó el cierre de la garita más transitada de la frontera, San Ysidro, por donde cada día cruzan más de 70.000 vehículos. Tras cuatro horas, fue reabierta. Los otros pasos fronterizos de la zona, Otay y Tecate, permanecieron este domingo abiertos.
En la mañana de este domingo, cientos de migrantes participaban en la manifestación que se inició alrededor de las 9.30 (hora local) desde el albergue Benito Juárez, en el que conviven unos 5.000 centroamericanos de las diferentes caravanas que han estado llegando en las últimas semanas. En la marcha, los migrantes improvisaron pancartas con mantas, en las que dibujaron las banderas de México, Honduras y Estados Unidos, otros escribieron lemas como: «Todos somos hermanos», «Gracias, México, por albergar a nuestros hijos», «Trump, no somos tus enemigos».
Además de los 5.000 migrantes que ya han llegado a la ciudad fronteriza, se calcula que puedan sumarse otros 9.000 en los próximos días, de acuerdo con la mayoría de las estimaciones. La llegada masiva de centroamericanos ha provocado una división de opiniones en Tijuana. La semana pasada, unas 300 personas marchaban por las calles de la urbe mexicana rechazando la acogida de los centroamericanos, con lemas xenófobos, apoyados, en parte por su alcalde, Juan Manuel Gastélum, que los había calificado de “bola de vagos y mariguanos”, aunque después matizó sus declaraciones.
Fuente: El País