Lo confirmó en las últimas horas el Ministerio de Defensa, a cargo de Oscar Aguad, al revelar la intención de mantener el vínculo con la empresa Ocean Infinity hasta el año que viene.
Los datos fueron aportados por fuentes de la cartera, ya que la semana entrante terminará la primera etapa de las tareas que realiza el buque Seabed Constructor.
La nave se dirigirá luego a Sudáfrica, donde se le harán algunas reparaciones que estaban programadas para poder retomar sus tareas en febrero.
En principio, el convenio firmado entre la empresa y el Estado establecía que los rastrillajes debían efectuarse durante un período de 60 días operativos, comprendidos en un lapso de 120 días.
Ocean Infinity inició sus actividades en una zona del Atlántico Sur a poco menos de 600 kilómetros de la localidad chubutense de Comodoro Rivadavia el 7 de septiembre y trabajó de forma casi continua en las aguas del Atlántico Sur.
«La misión de la Armada es proveerle todos los recursos y el apoyo que la empresa necesite. La idea es ir paso a paso en la búsqueda y una vez que venzan los 60 días operativos se evaluará la forma en la cual se continuará», señaló el capitán Rodolfo Ramallo, integrante del departamento de comunicaciones de la fuerza.
El Seabed Constructor cuenta con cinco AUV, que son sumergibles que se operan de forma autónoma y cuentan con equipos como para llevar a cabo barridos con instrumentos de alta definición.
Los AUV navegan por el lecho marino de esta extensa área de búsqueda por los cañadones y quebradas en búsqueda de la nave desaparecida el pasado 15 de noviembre con 44 tripulantes de la Armada a bordo. La zona de búsqueda fue estructurada en 21 áreas para que sean barridas por los AUV, y hasta ahora se inspeccionaron 16 con sus distintas subdivisiones.
A bordo del buque, navegan dos submarinistas y un oceanógrafo de la Armada que supervisan las operaciones de búsqueda, junto con tres familiares de los tripulantes del ARA San Juan, Luis Tagliapietra -padre de teniente de corbeta Alejandro Tagliapietra-; José Luis Castillo -hermano de cabo principal Enrique Castillo-; y Fernando Arjona, hermano de cabo principal Alberto Arjona.
A menos de una semana de cumplirse un año de la desaparición del sumergible, los investigadores saben que navegaba a unas 240 millas náuticas de la costa, en el Golfo San Jorge, al sudeste de la península Valdés, en el Mar Argentino.
La Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, con sede en Viena, Austria, informó el 24 de noviembre de 2017 que detectó una explosión en la fecha en la que el submarino de la Armada se reportó por última vez.
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Fuente: Clarín.