Tras más una hora de reunión entre Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, Rodolfo D’Onofrio, Daniel Angelici y Claudio Tapia, el organismo que rige el fútbol sudamericano anunció que la final de la Copa Libertadores se jugará fuera de la República Argentina porque «no están dadas las condiciones». Boca continua manteniendo su postura de no jugar el partido.
Además, el dirigente paraguayo informó que el cotejo se disputará el sábado 8 o domingo 9 de diciembre en un horario y sede a definir, sujeto al fallo del Tribunal Disciplinario.
Boca Juniors hizo un reclamo formal de 26 páginas en donde exige que se suspenda la final y se descalifique a River por los incidentes ocurridos el sábado en las adyacencias del estadio Monumental. Será justamente el Tribunal Disciplinario el que decidirá si darle la razón al club presidido por Angelici.
La decisión del ente que rige el fútbol sudamericano se basa en el artículo 35 que establece: «En caso de mediar alguna dificultad o imposibilidad para disputar un partido en la sede, fechas y horarios estipulados, quedará al exclusivo juicio de la Conmebol adoptar las modificaciones que considere pertinentes».
Con respecto a los costos que no estaban programados debidos al cambio de sede, el organismo explicó que se hará cargo del viaje, hospedaje, alimentación, y traslado interno de hasta 40 personas de la delegación. Por otra parte, la seguridad se definirá una vez que se conozca la sede.
BOCA NO QUIERE JUGAR
El presidente de la institución Xeneize, ratificó su postura de «no jugar ningun partido», Angelici expresó: «Creemos que tenemos y la Conmebol tiene antecedentes suficientes para dar la razón a lo que pide Boca. «Yo vine acá muy firme sabiendo a qué venía: a escuchar, presentar la ampliación de la denuncia y a esperar lo que resuelva el Tribunal de disciplina».
Fuente: Infobae