El hecho sucedió en una plantación de tabaco ubicada en Bernardo de Irigoyen, donde los trabajadores fueron sorprendidos por el reptil de gran tamaño, con el que se fotografiaron después de matarlo.
Tras la difusión de la imagen en las redes sociales -que se viralizó rápidamente durante la jornada de hoy-, el taxidermista técnico herpetólogo y presidente de la Asociación Civil Yarará en Acción, Amado Martínez, brindó su opinión al respecto.
«se trata de una especie frecuente, anque cada vez menos, es así, no están quedando muchas, lo que pasa es que esto siempre ocurrió y ahora con el tema de las fotos y la rapidez en verlas, uno se entera, pero siempre fueron cazadas», manifestó en declaraciones a El Territorio.
El especialista también explicó el veneno de la cascabel «no es como el de las yararás, su veneno es hemolítico y a las 12 horas de ser picado sin recibir el suero correspondiente, puede causar la muerte».