La quita de subsidios por parte del Gobierno nacional fue confirmada en las últimas horas y obligará a que los usuarios paguen más por el servicio en todo el país.
Este jueves se oficializó el traspaso a las provincias del financiamiento del sistema de transporte, eliminando el pago de subsidios, lo cual impactará de lleno en las tarifas que pagarán desde el 1 de enero los usuarios en todo el país.
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunció que los municipios y los gobiernos provinciales pasan a tener responsabilidad plena sobre sus sistemas de transporte, tanto para fijar tarifas como subsidios.
En rigor, los transportes que comienzan y terminan su recorrido dentro de una ciudad van a ser responsabilidad plena de los municipios; los interjurisdiccionales, de las provincias; y los que recorren al menos dos distritos, de los gobiernos provinciales.
Sin embargo, Casa Rosada destinará un fondo de 6.500 millones de pesos para compensar esta transición en las provincias, al igual que un apoyo financiero para las 37 ciudades en las que hay SUBE, lo que mantendrá allí la tarifa social para las personas carenciadas.
Los gobernadores sostienen que esos 6.500 millones de pesos -aún se discute cuánto le tocará a cada distrito- no alcanzan para evitar que la quita se traslade al precio del boleto, por lo que ya iniciaron gestiones individuales y regionales para asegurar una mayor proporción de asistencia financiera nacional para ese rubro.
Hasta el momento, sólo algunas provincias destinaron en sus presupuestos fondos específicos para cubrir parte de ese recorte y evitar un fuerte impacto en las tarifas: Córdoba compensará con 2.000 millones de pesos, Entre Ríos con $328 millones, Santa Fe con 1.300 millones, Tucumán con 1.500 millones, Neuquén con 198 millones y Chaco con 1.000 millones.