Una peligrosa red fue desarticulada por la Gendarmería Nacional en Rosario de la Frontera; entre los arrestados está el líder de la organización.
A partir de información que surgió tras intensas tareas de inteligencia criminal, el personal de Gendarmería Nacional detectó un Tránsito Aéreo Irregular (TAI) en la provincia de Salta. Instruidos por el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, para desarticular por completo a la organización, los gendarmes se apostaron en las fincas aledañas. Luego de que la aeronave partiera desde un terreno de Rosario de la Frontera, se realizaron una serie de allanamientos que permitieron detener a diez narcos, incluyendo al cabecilla, incautar más de 362 kilos de cocaína y casi 45 kilos de marihuana, y dar un golpe a la logística delictiva con el secuestro de cuatro avionetas.
“Este procedimiento tan importante fue posible porque se conjugaron tres ejes fundamentales de la lucha contra el narcotráfico: el profesionalismo para investigar, la cooperación con las autoridades judiciales para actuar rápidamente y el despliegue de efectivos a lo largo y a lo ancho del país”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
El denominado “Operativo Balboa”, en homenaje a los 43 gendarmes que fallecieron en cercanías del arroyo en diciembre de 2015, fue desarrollado por el Escuadrón Salta de la Gendarmería Nacional –institución que comanda Gerardo Otero- en el marco del programa “Argentina sin Narcotráfico”. Los detectives estaban siguiendo los pasos de una peligrosa red criminal cuando obtuvieron una pista clave: en horas de la madrugada iban a realizar un nuevo vuelo ilegal para el transporte de narcóticos.
En base a ello, se movilizaron equipos aéreos de la Gendarmería para prestar colaboración. La intención de la banda era que la nave estuviera poco tiempo en tierra para descargar la droga. El Juzgado Federal 2 que encabeza Miguel Antonio Medina autorizó entonces el inmediato despliegue de los efectivos, así como otros 11 allanamientos en Orán, San Martín y Rosario de la Frontera.
De esta forma, los gendarmes arrestaron a diez miembros de la organización narco, incluyendo al principal investigado. Durante los procedimientos se hallaron tres pistas de aterrizaje y un pozo especialmente cavado para acondicionar sustancias ilegales. Dentro de éste se ubicaban 13 bolsas de grandes proporciones que almacenaban distintos estupefacientes.
Las pruebas de rigor sobre las sustancias arrojaron positivo para 362 kilos 523 gramos de cocaína y 44 kilos 857 gramos de marihuana. Asimismo, los efectivos dieron un certero golpe a la logística narco, al secuestrar cuatro avionetas, 11 vehículos, entre pick-up, utilitarios, camiones y tractores, y dinero en efectivo (pesos y dólares estadounidenses).
Junto a documentos y material electrónico, fueron decomisados teléfonos celulares en vistas de profundizar las averiguaciones. El objetivo: estudiar nuevas conexiones para que ningún eslabón del entramado criminal quede impune.