Como sucede todos los meses, tanto en Resistencia como en el interior, una gran cantidad de personas pasa la noche en las veredas para poder ingresar a la entidad bancaria y realizar sus trámites o cobrar sus sueldos. La situación, para muchos, es complicada. El servicio y las condiciones tampoco ayudan, ni siquiera con los baños químicos que instalaron en una de las sucursales.
Son de público conocimiento los reclamos y las quejas de los clientes en relación a este tema, pero desde la gestión siguen sin dar una respuesta superadora que beneficie a la gente. Ni hablar de soluciones, porque las acciones o medidas al respecto brillan por su ausencia.
Durante la noche de ayer y la madrugada de hoy se volvió a ver el desinterés de las autoridades del NBCH: las largas filas en las veredas y los ciudadanos acampando para ingresar temprano son muestras claras de un servicio deficiente, que parece no tener consideración ni por los adultos mayores.