Una mujer del barrio San Roque decidió irse de la vivienda que habitaba por temor a nuevos ataques de su marido. Ella y sus cinco hijos menores de edad están prácticamente solos y ‘con lo puesto’.
Ayer trascendió el triste caso de una mujer y sus cinco hijos, pequeños que están entre los cinco y nueve años, quienes están desamparados y sin hogar propio. Según se indicó, la madre era víctima de violencia de género y debió irse de la casa ante el temor a represalias.
Con respecto al caso de agresiones, no se tuvieron mayores detalles debido a que este medio aún no pudo establecer comunicación con la madre. En tanto, autoridades municipales que sí tomaron conocimiento de la situación de desamparo y de violencia, pudieron confirmar la existencia de una denuncia.
La familia es del barrio San Roque y, según se describió, precisa de ropa, camas y otros elementos que comenzaron a ser gestionados desde el Municipio. La Comuna, a su vez, informó que realizará un trabajo coordinado con el Gobierno provincial para poder brindar camas y otros elementos.
En paralelo, por Facebook, ciudadanos pidieron la solidaridad de la comunidad para que se lleve adelante donaciones con la intención de ayudar a la mujer, quien debió irse de la casa familiar ante el temor de represalias en su contra. Desde la Subsecretaría de Políticas Sociales de la Municipalidad, a cargo de Marcos Hanke, se indicó que el caso fue conocido primeramente gracias a una trabajadora social, tras lo cual fueron junto a las autoridades de las direcciones de la Niñez y de Género, miembros del SAPS del barrio Güemes para comenzar a abordar el tremendo caso. “El estado de los chicos es bueno y la libreta de salud de los menores está completa”, detalló Hanke ante este medio.
Al respecto, la mujer debió ir a un alquiler para poder tener un techo en el cual cuidar de sus pequeños. Las imágenes que se conocieron públicamente dieron cuenta que los chicos y la madre dormían en el suelo.
Vale recordar que en capital existe el refugio “Eli Verón”, ubicado sobre la calle Amado Puyau, casi Las Violetas, en el barrio Molina Punta. Allí pueden acudir víctimas de casos similares.
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Fuente: época.