El procedimiento de la Gendarmería comenzó en Corrientes con la incautación de más de 32 kilos de droga y terminó en Pablo Nogués con el arresto de los responsables del tráfico ilegal.
El personal de las fuerzas federales está especialmente entrenado para detectar las distintas maniobras de las organizaciones narcos. Para eso, el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, dispone de controles y patrullajes permanentes, en tanto que dota a los efectivos de la capacitación y las herramientas necesarias para detectar el tráfico de estupefacientes en todas sus modalidades. Así, en las últimas horas la Gendarmería Nacional llevó a cabo un importante procedimiento en Corrientes, que incluyó la “entrega vigilada” de tachos de pintura y un lavarropas acondicionados con marihuana.
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“Estamos muy satisfechos por los resultados obtenidos en este operativo, que requirió tanto del despliegue de efectivos en el terreno como de inteligencia criminal y trabajo articulado para incautar la droga en Corrientes y detener a los responsables en la provincia de Buenos Aires”, afirmó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dictó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que dirige Eugenio Burzaco.
La Operación “Tachos Vigilados” fue desarrollada por el Escuadrón 7 “Cabo Misael Pereyra” de la Gendarmería Nacional –institución que comanda Gerardo Otero- en el marco del Operativo Conjunto Abierto de Frontera (OCAF) que coordina el subsecretario de Control y Vigilancia de Fronteras, Matías Lobos. Comenzó sobre la Ruta Nacional 14, sobre el acceso a la localidad de Tapebicuá (kilómetro 536), donde se inspeccionó la carga de un vehículo de encomiendas de la empresa Vía Cargo.
Allí llamó la atención de los gendarmes una encomienda con tres tachos de pintura de 20 litros. Con la asistencia de un perro especialmente entrenado para detectar sustancias ilegales, no solo verificaron sus sospechas, sino que dieron cuenta de otro bulto sospechoso: un lavarropas. La requisa arrojó que dentro de los potes de pintura habían sumergido un total de 22 paquetes rectangulares tipo “ladrillo”, en tanto que otros ocho panes estaban escondidos en la estructura del electrodoméstico, por debajo del tambor de carga.
Las encomiendas tenían un factor común: habían partido desde Misiones y tenían como destino a la ciudad bonaerense de Pablo Nogués. Frente a ello, se dispuso en primer lugar el decomiso de la marihuana, que ascendía a un total de 32 kilos 562 gramos, para luego organizar una “entrega vigilada” que permitiera arrestar a los miembros de la banda.
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Siguiendo el protocolo de actuación del programa “Argentina sin Narcotráfico”, se emplazó una vigilancia encubierta en la sucursal de la compañía a la que llegarían las encomiendas. Fue así que, finalmente, se constató que dos hombres de nacionalidad paraguaya se acercaron para retirar la pintura y el lavarropas, procediendo a su identificación y posterior detención por parte de la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales “Campo de Mayo”.