El proceso de modernización, desarrollo e inclusión social iniciado por el gobernador Gustavo Valdés contempla asistencia técnica y beneficios fiscales a las empresas que elijan instalarse en Corrientes. La oferta de los subproductos de las forestoindustrias como materia prima para generar energía marca un cambio en el sistema eléctrico.
El Gobierno de Corrientes mantiene firme su apoyo hacia los inversores que, a pesar de la coyuntura nacional e internacional, elijen volcar sus recursos a proyectos que vienen a romper una lógica en el sistema eléctrico correntino. De no existir grandes plantas de bioenergía, de a poco y con apoyo nacional, se inició un proceso de reconversión que empieza a mostrar sus primeros movimientos: en el Parque Forestoindustrial Santa Rosa la empresa Genergiabio Corrientes levanta sus instalaciones para producir energía a partir de residuos forestales; en Gobernador Virasoro la firma FRESA hace lo propio y próximamente podría sumarse otro proyecto en Santo Tomé a cargo de Kuera.
Las construcciones de las plantas de Genergiabio Corrientes y de FRESA avanzan a buen ritmo y el movimiento que generan ambos emprendimientos en sus respectivas localidades es propio de inversiones de envergadura.
Si bien a Santo Tomé Kuera le resta formalizar la firma del contrato con el Gobierno nacional, vale destacar que se trata de una planta de 80.000 m² que producirá 15 Mw/H, en unas instalaciones de 40.000 m²; con un depósito a cielo abierto de 40.000 m²; una caldera de 60 toneladas de vapor por hora y una turbina con su correspondiente generador de electricidad.
Santo Tome Kuera S.A., es una firma constituida para dedicarse exclusivamente a la generación de energía eléctrica a partir de la biomasa forestal en el marco de la Ley Nacional N° 27.191 “Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía Destinada a la Producción de Energía Eléctrica”.
El proyecto se circunscribe en el marco de la licitación “RenovAr Ronda 2” convocada en 2017 en el marco de la Ley Nacional Nº 27.191, de Fomento de Energías Renovables. En dicha licitación, la empresa Santo Tomé Kuera S.A. resultó adjudicataria de una potencia de 12,92 MW.
Al ser ganadora en la licitación nacional y tras estudios técnicos del proyecto, Santo Tomé Kuera accedió a los beneficios que dispone Corrientes porque cumple con los requisitos exigidos para su acogimiento al Régimen de Promoción de Inversiones. “La firma Santo Tome Kuera S.A., estaría en condiciones de obtener el goce de los beneficios de Exención de Impuesto a los Sellos y de Estabilidad Fiscal por el término de 10 años a la siguiente actividad: Generación de Energías a partir de biomasa”, reza un documento técnico encargado desde el Ministerio de Industria.
Materia prima con energía
La producción de energía eléctrica es a partir de residuos de madera y rollos. Se proyecta instalar una planta que genere 15 MW hora, consumiendo 180.000 toneladas por año de madera, entre subproductos generados por los aserraderos localizados en la zona de influencia y residuos de las cosechas forestales, raleos y rollos finos.
El proyecto que generará Kuera es similar al de las otras dos empresas. Este particularmente consistirá en recibir los camiones con biomasa forestal, luego se los descarga, se los clasifica, se chipea lo que corresponda y se acopia para ingresar a proceso. Después se traslada al quemador –según el mix establecido- y se instrumenta y se controla el proceso de generación en las etapas de quema, turbina y recuperación de vapor.
La planta genera residuos que se dispondrán en lugares determinados (esencialmente cenizas y efluentes líquidos). Estos se encuentran dentro de las normas ambientales de la provincia. El Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA) ya otorgó viabilidad al proyecto.
Inversiones de Santo Tomé Kuera
La compañía estima una inversión de 49 millones de dólares, de los cuales 46 millones corresponden a la inversión fija y 3 millones al capital de trabajo. Del total, Santo Tomé Kuera volcará poco más de 24 millones y la misma cantidad corresponden a recursos ajenos.
La obra civil durará 24 meses; el montaje electromecánico 18 meses; las tareas de ingeniería 12 meses; trabajos de sistemas 6 meses; las pruebas de los equipos se harán durante 6 meses y la puesta en marcha durará el mismo tiempo.