La Iglesia Evangélica en unidad,está lista para Gobernar

Sociedad

 “Somos el 23 % de la población provincial, cifra que crece noche a noche en todos los templos del Chaco. Tenemos escuelas reconocidas y con demanda permanente, atendemos al hombre en su integralidad, restaurando heridas sociales profundas y acompañándolos en su desarrollo.”

Con estas palabras el dirigente Miguel Giménez, empieza a explicar los argumentos que respaldan su afirmación de que “La Iglesia Evangélica está preparada para gobernar”.

Aclara que esto no significa que “los límites de nuestro trabajo de construcción política, sean solo confesionales. Nuestro rol social ha sido recibido con beneplácito por la sociedad toda. Nuestras escuelas por ejemplo, además de estar entre las más numerosas y calificadas de la ciudad,  reciben a chicos y jóvenes de todas las religiones, sin distingos de ningún tipo y con una excelente convivencia”.

“En realidad lo nuestro es un movimiento amplio, generoso y moderno” afirma. Recordó que durante la última emergencia hídrica, las Iglesias, con recursos propios, repartieron miles de raciones de comida, medicamentos, ropas. Se organizaron movidas de asistencia, donde se entretenía a los niños en los albergues, se les cortaba el cabello y se los instruía en normas básicas de higiene ante la situación y el lógico hacinamiento. «Esto la gente lo ve y lo reconoce”

“Una síntesis de esta filosofía de vida, aun desde el dolor del ataque injustificado, fueron las expresiones del Pastor Robert Acosta, días pasados ante los hechos de conocimiento público, frente a su Iglesia. Su discurso no tuvo fisuras, al tiempo que La Iglesia reaccionó única, monocorde, unánime. En nuestras Iglesias se construyen nuestras familias y nuestra sociedad”.

“Somos gente de fe, de trabajo y permanente activismo” –siguió expresando-. “Hay convicción y seguridad en lo que hacemos. Para que este esfuerzo transforme, necesitamos que muchas más personas, amigas de la verdad, de la honestidad, de la idoneidad y de la transparencia, se involucren para mejorar la calidad de la política. Además, deberemos obrar con humildad y sabiduría al mismo tiempo, para que no nos usen, nos dividan o nos conviden migajas”,  sentenció el referente cristiano

Todo proceso de transformación lleva su tiempo, pero como expresaron los medios nacionales hay un gigante dormido, con un irrenunciable pañuelo celeste que se despertó… y avanza.

Muchos dirigentes tradicionales, visitan nuestros templos, y al certificar el permanente crecimiento, nos dicen “Acá la gente ve, donde va lo que invierte”, como añorando algo que en las acción política habitual, no puede conseguir.

De hecho nuestra provincia acarrea problemas de décadas. Somos una provincia casi exclusivamente estado dependiente y todos en campaña prometen promover la inversión privada, ayudar al comercio, la industria y no ha habido en los últimos 50 años un solo gobierno que no incremente la plantilla de empleados públicos. Un lamentable contrasentido.

Estamos trabajando para acreditar presencia territorial en toda la provincia con un movimiento de más de 2.000 dirigentes políticos dedicadas fundamentalmente a ordenar y organizar a la Iglesia desde nuestra experiencia , alcanzando territorialmente todos los departamentos y secciones electorales provinciales.

Ponemos especial énfasis en la edificación de equipos voluntarios especialistas en fiscalización, junto a equipos técnicos de comunicación, marketing político, líderes territoriales, pensamiento estratégico, levantamiento de fondos y organización de eventos políticos.

Tenemos liderazgos denominacionales acostumbrados a trabajar con miles de personas, lo que equivale a un entrenamiento cotidiano. Ahora hay que darles el conocimiento y las herramientas específicas.

Hay que Proveer de información profesional a familias e individuos para transformarlos en personas capaces de elegir responsablemente, para sí  y para los demás. Sumergirlos en una cultura  saludable que respete principios y valores de la comunidad en su conjunto.

 Esto es promover un adecuado estado de participación a partir de un correcto aprendizaje. La Iglesia a diario construye confianza.

“La política tradicional se ha mal acostumbrado a poner en espacios diligénciales a gente por su pertenencia partidaria, no por su conocimiento o capacidad. Los resultados están a la vista”.

Al decir del dirigente cristiano: “Después de lo que significo en el último año los movimientos en favor a la vida y la familia, quedó evidenciada la capacidad de movilización y compromiso de la comunidad cristiana. El último encuentro, en contra de la Ideología de género,  que congregó a más de 15 mil personas frente al mástil de la ciudad se organizó en tres días, sin acarreos, sin planes sociales, sin tomar asistencia. Ni hablar de lo que antes, fue el obelisco, donde tuvimos activa participación, o el mismo 8 de agosto frente al Senado”.

“Nuestras comunidades están llenas de gente preparada para servir, profesionales, técnicos, empresarios, jóvenes estudiantes, artistas, especialistas en oficios, trabajadores rurales”.

Giménez resalta que la nuestra es una provincia marginal, donde se pagan más de 400000 beneficios sociales,  que durante mucho tiempo ostentó los indicadores sociales más negativos del país, habiéndose evolucionado relativamente poco en ordenes como alfabetización, mortalidad infantil, empleo privado, escolaridad, etc., etc. “Hay localidades del interior provincial, donde más del 70 % de la población depende directa o indirectamente del estado municipal, con escasa o nula inversión privada lo que lógicamente se convierte en un callejón sin salidas para futuras generaciones” afirma.

Ese es uno de nuestros desafíos, poder ocupar espacios de decisión que promuevan la capacitación, la inversión privada, la promoción turística, una mejora en la competitividad, una mayor integración y valor agregado fabril. El dirigente político con pretensiones serias ya entendió que en sus listas deberá llevar referentes de este espacio.

“No creemos en intendentes ricos de pueblos pobres, en chicos con hambre, mientras haya tierra para plantar y escuelas donde aprender, pretendemos devolverle la política a la gente, como una herramienta de transformación y crecimiento”.

“Además del conocimiento técnico especifico, creemos en la lógica de la esperanza, de la verdad, del trabajo serio, de la construcción colectiva, de la confianza, de la generación de empleo en términos virtuosos. En síntesis la capacidad milagrosa de Dios aplicada a la acción de gobierno. Todos coincidimos en que hace falta”