Sotelo: «Habrá que pensar en nuevas formas de legitimar la representación popular»

Politica

Al realizar un análisis de la actualidad nacional y provincial y también las causas que llevaron a esta realidad muy compleja, el subsecretario de Protección de Derechos Humanos, Néstor Sotelo, explicó fríamente los distintos procesos o sucesos políticos que “en los últimos 40 años, los argentinos hemos asistido a la improvisación en materia política.

Desde los gobiernos nacionales y en sintonía también desde las provincias, se ha incursionado en recetas de ajustes, endeudamiento, privatizaciones, economías cerradas, involución laboral, demagogias, vuelta a estatizaciones, planes sociales, etc.; todas estas y otras intentonas de controlar la situación o de aprovechar para usufructo de algún sector en específico, según el signo que gobierne, evidentemente han fracasado estrepitosamente a los ojos e intereses del pueblo. Ha dejado un saldo catastrófico de más de 30 % de pobreza, con altos índices de desnutrición infantil, economías regionales desbastadas, una educación que no sirve a los intereses nacionales (solo pensada para que unos pocos ingresen a corporaciones como mano de obra especializada con formación gratuita, para dichas empresas extranjeras), una salud pública en crisis y con diagnostico reservado, un sistema de seguridad social que castiga a quien trabajó (jubilados) y premia a quien especula, una “inseguridad pública” evidente que la padecemos todos, una concentración poblacional en las capitales que provoca el mayor desarraigo en la historia y deja nuestros campos a merced de corporaciones que explotan las riquezas naturales en beneficio propio y dañan tanto la ecología como nuestras economías locales y que también desarrolla un fabuloso negocio inmobiliario amontonando en las “grandes urbes” a millones de argentinos sin trabajo y con futuro incierto”.

“Estas y otras tantas resultantes, son claros efectos de negligencia, complicidad y egoísmo dirigencial que acude al llamado de la planificación financiera internacional, pero desoye el clamor de la mayoría, por un país mejor y por consiguiente más justo”, remarcó.

Asimismo, el dirigente justicialista recalcó, “hay un relato multimedia y transcultural que habla de nuestras riquezas, que revela las materias primas (minería, monocultivos, etc.) que extraen de nuestro suelo las corporaciones, como si fuéramos un país rico, abundante y productivo.

Pero ese mensaje ignora o deja de lado el verdadero tesoro que poseemos y nos pertenece culturalmente. “Lo mejor que tenemos es nuestro pueblo” en su mayoría absoluta. En estas últimas décadas nos han intentado convencer que las minorías deben decirnos cómo comportarnos, como invertir, como sentir y hasta como hablar. Es también esto, síntoma de una decadencia que desnuda la relación entre las dirigencias (de todo orden) con los sectores financieros (que bancan estas bastardas ideas) ya que detrás de estas teorías se esconden las ambiciones de esas minorías (oligarquías actuales) que siempre han intentado negar a los pueblos y que desde hace casi 40 años vienen beneficiándose de los “administradores” de turno del estado y de sus “gestores” en materia social”.

“Hemos sido contemporáneos de posibilidades reales en términos económicos de revertir tantas incongruencias y a la vez hemos sido testigos del despilfarro y el egoísmo por parte de quienes debieran cuidar de los intereses de todos nosotros, en términos nacionales, provinciales y municipales” reflexionó Sotelo.

CHACO

Además, el funcionario también analizó la actualidad provincial, las problemáticas que vienen sucediendo y la forma de solucionar los conflictos sociales, “es tiempo de que definamos un modelo de provincia, en el cual tengamos en cuenta nuestra idiosincrasia, el pensar y sentir de nuestra gente por encima de cualquier encapsulado externo que pretenda someternos como hasta hoy a una dependencia económica, social, política y cultural que empobrece, enferma y no nos permite ser lo que debemos”; dejando más que claro que “ habrá que redefinir el trabajo y sus formas de producción orientadas a la realización comunitaria, al cuidado del ambiente y al bienestar general. Sera necesario una planificación a futuro de un nuevo contrato social para redefinir nuestro rol en la sociedad en función de lo que producimos, lo que invertimos y lo que anhelamos para habitar nuestro querido terruño con justicia y dignidad. Pensar en esto, requerirá la participación organizada de nuestra comunidad, sobre todo de aquellos que estén llamados vocacionalmente a construir una provincia soberana y representativa apoyada en políticas públicas a largo plazo, con el claro interés de resolver nuestro porvenir, aspirando al bien común y al crecimiento de nuestra provincia con el espíritu cultural mayoritario de derrotar a la corrupción y a la desidia que hoy nos golpea”.

“Por eso, este también es una etapa de memoria, recordar las cosas que no funcionaron, ni funcionan para no continuarlas, ni repetirlas. Es momento de compromiso, porque ya no vale la queja si esta, no está acompañada de la acción que corresponde. Habrá que pensar también en nuevas formas de legitimar la representación popular, de que la voz de la mayoría resuene en todos los rincones como expresión de amor y lealtad a esta tierra”, finalizó.