Las felinas Juruna y Mariua llegaron desde Brasil y pasaron por el período de adaptación en el Centro de Reintroducción (CRY) de la especie en el Parque Nacional Iberá para unirse al proyecto que lleva adelante CLT Argentina y que busca recuperar en los Esteros la presencia del mayor felino de América, en peligro de extinción en la Argentina.
Las hembras de yaguareté tienen unos dos años y fueron rescatadas por el Instituto Brasilero de Medio Ambiente cuando eran cachorras, luego de que cazadores furtivos mataran a su madre. Fueron llevadas entonces al centro de rescate NEX, en el norte de Brasilia, donde permanecieron aisladas en jaulones, sin contacto humano, con el fin de conservar su condición silvestre y mantener sus aptitudes para la vida en libertad. Una vez en la Argentina, un equipo especializado les realizó todos los estudios necesarios para descartar la presencia de patógenos ajenos al ecosistema donde vivirán, disminuyendo la posibilidad de afectar la salud de otras especies.
Tras resultados exitosos, ambos animales fueron trasladados -primero por tierra y luego en balsa- hasta la isla de San Alonso para incorporarse al CRY donde ya viven Arami y Mbarete, los primeros yaguaretés nacidos en la provincia luego de más de medio siglo. Aquí, las hermanas permanecerán aisladas en un corral de una hectárea y media con el fin de favorecer una adaptación suave al nuevo entorno y preservar su condición silvestre.