Crean una máquina capaz de reparar la pantalla de cualquier smartphone

Tecno

Se llama gTool DRS, lo comercializa la compañía alemana Black Rock Mobile y sirve para separar el vidrio roto de la pantalla de cualquier teléfono sin dañar el panel AMOLED. Su creador, el ingeniero estadounidense Vincent Gioffre, hizo una demostración en Barcelona y explicó cómo funciona.

Una primera máquina, del tamaño de una papelera, congela la pantalla de vidrio para separarla del teléfono. Se trata de un motor Stirling basado en helio que alcanza temperaturas criogénicas de -180 ºC y consume apenas 120W, más o menos la potencia de un ordenador.

Según Gioffre, el sistema tarda unos 3 minutos en despegar el panel de vidrio de un Samsung y unos 8 minutos en separar el de un iPhone. En algunos teléfonos, el panel sale solo, y a otros hay que ayudarlos con una herramienta similar a una espátula. Por lo demás, la máquina es autónoma y no necesita mantenimiento; el gas se rellena con un compresor externo.

En la demo quedó un poco de pegamento (adhesivo óptico) sobre el LCD del iPhone que estábamos reparando y hubo que limpiarlo con una gamuza y un líquido especial. “Normalmente, esto se hace en un entorno cerrado sin partículas de polvo”, relató Gioffre mientras limpiaba el panel.

Para pegar el nuevo cristal al panel se utiliza una segunda máquina conocida como laminador que combina vacío, calor y presión para fijar el conjunto de la pantalla. La máquina básicamente presiona el vidrio sobre el panel original para pegarlo. Una app conectada al sistema controla la presión y el tiempo adecuado para cada modelo específico de teléfono. El laminador tarda de 8 a 10 minutos en completar el proceso.

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El sistema, compuesto por las dos máquinas y el compresor, cuesta unos 10.000 euros. Black Rock asegura que lo vende a coste, ya que su modelo de negocio es distribuir las piezas de los teléfonos rotos a las compañías reparadoras de pantallas. Cada panel de vidrio cuesta unos 10 euros y si no se usan los específicos de la marca, la máquina se bloquea a distancia.

¿Por qué iba una empresa de reparación de móviles a ceder la independencia de su negocio a cambio de este nuevo sistema? Según Black Rock, porque cambiar un cristal es mucho más barato que cambiar la pantalla al completo, además de que el LCD original tiene más calidad. Para las empresas reparadoras, los márgenes de la reparación son mucho mayores y la calidad del resultado que ofrecen a los clientes también.

Aparte de eso, Black Rock tiene un as bajo la manga. Una tercera máquina de 2000 euros que es la primera en el mundo que permite cambiar el cristal trasero de los nuevos iPhones, un recambio que en Apple cuesta 600 euros porque en lugar de repararlo dan al cliente un teléfono ya reacondicionado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Guizmodo