El ex magistrado federal Carlos Soto Dávila está acusado de beneficiar a narcotraficantes y está detenido en su vivienda de la calle Córdoba de la capital provincial. Si bien todavía se ven las camionetas de Prefectura frente a su vivienda, la Justicia dispondría próximamente que se vayan y solo quede con una pulsera electromagnética para controlar que no se fugue.
En el ámbito del ‘narco’ lo llamaban ‘el juez piola’, pero ahora eso quedó en el pasado. Este verano se hizo efectiva su dimisión al cargo de juez federal y posterior detención, aunque su estado de salud llevó a que cumpla con la medida dentro de su casa con la prohibición de salir.
Históricamente, desde los años ’90 cuando fue nombrado por Carlos Menem como juez federal -con competencia electoral-, Soto Dávila fue cuidado por efectivos de Prefectura Naval apostados afuera de su casa en camionetas de la fuerza.
Pero luego del escándalo que involucra al ex magistrado, que tiene vínculos directos con los detenidos en el marco de la Causa Sapucay por ejemplo, el juez Sergio Torres resolvió que próximamente los custodios de Prefectura sean reemplazados por uniformados de Gendarmería Nacional. Considera que dicha fuerza federal es más confiable, y no aceptarían directrices de quien fue el hombre más importante a nivel judicial en la provincia.
Cabe mencionar, igualmente, que dichas custodias (tanto vieja como nueva) solo estarán un tiempo más. No pasará mucho tiempo hasta que desde Comodoro Py ordenen que Soto Dávila solamente sea monitoreado mediante la pulsera electromagnética; y de esa manera liberar a los efectivos de su cuidado.