Se trata de Marcos Rey Silva Junior quien se presentó a declarar y quedó demorado tras resultar positiva la presencia de ADN en el cuerpo de Irina López. El aprehendido fue alojado la cárcel de San Cayetano.
Marcos Rey Silva Junior es el segundo detenido de nacionalidad brasileña por la muerte de la adolescente Irina López ocurrida en un inquilinato del barrio San Marcos de la capital correntina el 2 de enero del año pasado. El imputado ya está alojado en la Unidad Penitenciaria Nº 6 de Procesados de San Cayetano.
El abogado querellante Salvador Pischeda informó que es la segunda detención, después de la de Wenderson de Souza, que también está encarcelado. Sobre la detención de Silva Junior, explicó que hace una semana la jueza Agrasso de Caballero ordenó la detención tras resultar positiva la presencia de ADN del hombre en el cuerpo de la víctima.
Mencionó que el imputado fue detenido cuando fue al juzgado a comparecer, como se había dispuesto. “En el Juzgado se aprovechó la orden de detención”, señaló y agregó que fue trasladado a la cárcel de San Cayetano.
Por otra parte, Pischeda consideró nuevamente que “existen elementos suficientes para tenerlos detenidos a todos por ser cómplices primarios por violación y muerte”. “La falta de mérito es agraviante, grotesca y no ajustada a derecho, se los pretende desvincular, pero está comprobado que todos mintieron en las testimoniales para desvincular a Marcos Rey”, cuestionó.
Sostuvo que apelaron la medida y que los demás hombres -Felipe Macedo de Souza, Laercio De Macedo y Luis De Macedo- deben ser imputados por encubrimiento del femicidio, y Ana Carolina de Jesús Santana, cómplice primaria por haber prestado la pieza.
De acuerdo a la investigación, el hecho ocurrió el 2 de enero del año pasado en un inquilinato de la calle Honduras, en el barrio San Marcos de Corrientes. Irina López, de 15 años, y madre de un niño de 6 meses, fue hallada muerta, desnuda y ensangrentada en una habitación de una pensión ubicada en la calle Honduras, entre La Paz y Maipú. Fue su madre quien la encontró sin vida.
Momentos antes la mujer y su hija habían compartido con sus vecinos -señalados como sospechosos- un asado en un baldío ubicado frente a la pensión en la que vivían.
*El Litoral/Sudamericana