Las llamadas provenían desde un teléfono público ubicado en la cárcel de la U7, donde un interno fue identificado como el autor de las amenazas.
A raíz de tareas de investigación, en relación a las amenazas de bomba en el Hospital Perrando, la División Delitos Tecnológicos pudo identificar el número telefónico que tenía como lugar la Prisión Federal Norte U7.
Tras la debida autorización del Director del Servicio Penitenciario informó que el número de abonado pertenece al sistema de líneas telefónicas instaladas en ese establecimiento de reclusión. Asimismo, aclaró que es de uso exclusivo de internos destacándose que entre los días 20 y 22 se encontraba alojado en el Sector de Asistencia Médica de la Sala un interno que fue inmediatamente identificado.
Las actuaciones de acuerdo a lo ordenado por el Fiscal en turno fueron derivadas a la Comisaria Primera Resistencia quien lleva adelante la causa. Y que el interno involucrado sea notificado de la detención en la causa que actualmente se están llevando acabo.